Islanada
Islanada!
Asì decidimos llamarla para que supiera nuestro modo de pensar, entendiera que no llegabamos en busca de oro, uranio, piedras preciosas, sino de un arcoiris tal vez escondido debajo de aquella roca caìda del cielo, y el cielo arriba, azul y sonriente, viendo còmo todos nosotros de la alegrìa que sentìamos, enterrabamos la cabeza en la arena.
Elmo Valencia.
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