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Poemas de Pier Paolo Pasolinni

Poemas de Pier Paolo Pasolinni

Comunicado a la Ansa (opción estilística)

Renuncio a ser poeta original, pues su precio es falta

De libertad: un sistema estilístico es demasiado exclusivo.

Adopto esquemas literarios trillados para ser más libre.

Naturalmente, por razones prácticas.

 

Manifestar (Apuntes)

Manifestar significar con palabras no se podría
pero con aullidos sí
y también con pancartas, o canciones;

 

Vinieron para rehacer el mundo
y, manifestando, se declararon a su altura
La fuerza está en la virilidad, como en otros tiempos

 

Pero la amabilidad se ha perdido.

 

Cualquier cosa que se manifieste
lo único que se manifiesta es la fuerza
aunque sólo sea la fuerza de los destinados a la derrota

 

Todo lo que no  se puede significar con palabras
no es más que pura y simple fuerza-
¡Pero cuánta inocencia en no saber esto!
¡Qué jóvenes hay que ser para creerlo!

 

Ya que la libertad es incompatible con el hombre
y el hombre, en realidad, no la quiere, intuyendo que no es para él,
¡Cuántas obligaciones me invento envejeciendo
para no ser libre!

 

De acuerdo, pero los más ingenuos, los más inexpertos, los más simples,
los más jóvenes, aún se inventan más obligaciones de éstas,
es más al venir al mundo, lo primero que hacen es adaptarse a él;
triunfalmente;
haciendo creer a sí mismos y a los demás
que se trata de obligaciones necesarias a una nueva libertad.
La realidad es que un muchacho venido aquí de la nada, y totalmente nuevo
se las ingenia enseguida para defenderse de la verdadera libertad.
Es, sobre todo, un muchacho que conoce y acepta los deberes;
y manifiesta la fuerza de su aceptación,
maravillosa adulación del mundo.

Renace siempre, a través de la obediencia, la gracia
y acaso, acaso…

Obedecer a los deberes de la revolución ¡Manifestando!

Por densa que sea la trama de los deberes de un anciano
algo en ella se ha desgarrado
y yo, en efecto, vislumbro la intolerable faz de la libertad;
no teniendo ya ni gracia ni fuerza,
intenté, entonces, defenderme sonriendo, como, precisamente
los viejos que se las saben todas-
Pero la libertad es más fuerte: aunque sea por un poco
quiere ser vivida-

Es un valor que  destruye  todo otro valor
pues todo valor no es más que una defensa
erigida contra ella;

y los valores, precisamente, son sentidos de modo especial por los simples;
por los jóvenes
(sólo en ellos, precisamente, la obediencia es gracia);
con sus filas los Jefes cuentan para seguir adelante,
con sus limpias, inocentes filas-
sencillez y juventud, formas de la naturaleza,
en vosotras la libertad es renegada

a través de una serie infinita de deberes,
limpios, inocentes deberes, a los que, manifestando
se grita con aire amenazador obediencia,
que los sencillos y los jóvenes son fuertes
y aún no saben que no pueden tolerar la libertad.

19 de abril de 1970.

Refundición.

Los sentidos amaron lo que amar no significaba sino
olvidar y ocultar;
todo se trasladó a ese viento;
la necesidad de amor
se identificó en la dulzura inexplicable
y en la impotencia que daba el placer de ese viento
de procedencia desconocida, como sin meta;
parecía como si en el mundo nada más hubiera;
jamás habríamos reconocido que era un pretexto
su gracia fresca de un frescor desconocido
caprichosamente divino, establecido
desde siempre y para siempre por una triunfante certeza,
extendiéndose como un alma de mil vacilantes modos
hasta el fondo del Egeo;
jamás lo habríamos reconocido y no lo era;
toda  la necesidad de ser otros
y expandirse con una naturalidad
cuyo logro habría vencido a la misma muerte-
esa que ahora el viento, más que ninguna otra, significaba;
la rendición ante lo imposible;
el jaque infinito y miserable;
la degradante fatalidad;
todo se proyectaba en el viento que pasaba
como una gema que ni desposa ni desata
sobre aquellas islas desiertas.

Pier Paolo Pasolini.

Transhumanar y organizar, Visor libros, Madrid, 2002.

 

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