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estabolsanoesunjuguete

desesperaciòn

desesperaciòn Es totalmente cierto que escribo esto porque estoy desesperado a causa de mi cuerpo y del futuro con este cuerpo.
Cuando la desesperaciòn resulta tan definida, tan vinculada a su objeto, tan contenida como la de un soldado que cubre la retirada y se deja despedazar por ello, entonces no es la verdadera desesperaciòn. L averdadera desesperaciòn ha ido, siempre e inmediatamente, màs allà de su meta, (al poner esta coma, se ha demostrado que sòlo la primera frase era cierta).
¿Estàs desesperado?
¿Sì? ¿Estàs desesperado?
¿Escapas? ¿Quieres esconderte?

Los escritores hablan hediondez.

15 de noviembre, (de 1910), las diez de la noche. No dejarè que me domine el cansancio. Me lanzarè de un salto a mi narraciòn corta, aunque me despedaze la cara.
(...)
18 de diciembre. (...)Noche, las once y media. El hecho de que, en tanto no me haya liberado de mi oficina, estoy sencillamente perdido, me resulta de lo màs claro; de ahì que se trate tan sòlo, mientras ello sea posible, de mantener la cabeza lo bastante alta para no ahogarme. Hasta què punto serà dìficil, què fuerzas habrà que extraer de mì, son cosas que se demuestran por el simple hecho de que hoy no he podido llenar las nuevas horas de escr, de ocho a once de la nocheitorio; de que incluso no considero ahora esta circunstancia comouna desgracia tan grande y de que he escrito sòlo estas pocas lìneas precipitadamente, antes de acostarme.
(...)
21 de diciembre. (...) Visitado a Baum; oìdo cosas muy bonitas. Yo, decaìdo como antes y como siempre. La sensaciòn de estar atado, y al mismo tiempo la otra, la de que, si me desatara, serìa peor aùn.

Franz Kafka
Diarios. Bruguera, Libro Amigo, 1984

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