Maldiciòn
Te perseguiré por los siglos de los siglos.
No dejaré piedra sin remover
ni mis ojos horizontes sin mirar.
Donde quiera que mi voz hable
llegará sin perdón a tu oído
y mis pasos estarán siempre
dentro del laberinto que tracen los tuyos.
Se sucederán millones de amaneceres y de ocasos
Resucitarán los muertos que volverán a morir
y allí donde tú estés:
Polvo, luna, nada, te he de encontrar.
María Mercedes Carranza.
De amor y desamor y otros poemas.
editorial Norma, S.A., Santa Fe de Bogotá, 1995.
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