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confesiones de invierno

Brian Aldiss: 18 de agosto de 1925 — 19 de agosto de 2017

Ha muerto el escritor de ciencia ficción, Brian Aldiss.

No era de mis favoritos, quizás por su estilo difícil en sus novelas más personales (Informe sobre probabilidad A) y lo superficial en sus obras de más fácil lectura: Frankenstein desencadenado, Drácula desencadenado, pero sí lo recordaré como un narrador dotado, imaginativo y contundente en su crítica de hacia donde nos puede llevar la tecnología desprendida de humanidad, Los superjuguetes duran todo el verano, de donde extraje el siguiente relato:

El nuevo apogeo:

Apogee Again (1999)
No sé si os lo vais a creer, pero hubo un tiempo en que vivíamos en un mundo diferente. Muy parecido al nuestro, pero un poquito diferente.
Una de las diferencias era el comportamiento del sexo femenino. Pero entonces, como siempre habíamos imaginado, las mujeres tenían alas y sabían volar. Las alas no eran como las de los ángeles, sino más parecidas a la cola de un pavo, de aspecto frágil, multicoloreadas, en tonos que capturaban y reflejaban la luz del sol. Y eran enormes. Oh, las mujeres estaban tan hermosas cuando volaban desnudas sobre nuestras cabezas. Era de dominio público que algunos jóvenes morían cuando contemplaban esa belleza intolerable.
Debido a la naturaleza de su dieta, sus deyecciones eran leves y caían flotando al suelo, casi desafiando la ley de la gravedad.
Debería decir que las mujeres vivían en lo alto de grandes columnas huecas. Nadie conocía la antigüedad de las columnas, pero tampoco se habría concedido crédito a quien lo supiera. Eran las columnas que sostenían las plataformas elevadas. Mujeres jóvenes y viejas volaban de una enorme plataforma aérea a otra, esas inmensas plataformas donde a los hombres no les estaba permitido poner el pie. Como contaré más adelante, las mujeres voladoras bajaban a la altura del suelo en ocasiones, por supuesto. Algunas se casaban con hombres. El día de la boda, o cuando perdían la virginidad, pasara lo que pasara antes, las plumas caían de sus alas. Las estructuras de las alas se marchitaban y morían. Y desde aquel día, las mujeres casadas tenían que ir a pie por todas partes. Y comportarse como personas normales, que ni siquiera imaginan lo que es volar. En la época de la que estoy hablando, cuando el mundo se estaba oscureciendo cada vez más y el sol empequeñecía, corría un dicho entre los hombres: «Si Halón hubiera querido que voláramos, no nos habría dado testículos».
Los hombres que vivían en el suelo no creían en nada. Hasta la idea de la existencia de un Halón procedía de las mujeres. Vivían al día, lo cual significaba que les costaba imaginar lo que no tenían delante de las narices. Pero las mujeres poseían una fe, y bastante ridícula, llena de fantasías extravagantes.
Las mujeres se aferraban los genitales cuando recitaban, «Creo que nuestra breve vida no lo es todo. Creo que después del final de nuestras vidas, la oscuridad pervivirá. Creo que volarán dragones y nos devorarán a todas, hasta el último pedazo, incluidas las partes útiles que asimos».
Deliciosos estremecimientos se apoderaban de ellas cuando recitaban este mantra cada día al anochecer. Porque creían y no creían al mismo tiempo. La idea de dragones voladores era tan…, bien, ridícula, a decir verdad.
Había otras muchas cosas que preocupaban a las mujeres, por supuesto. Cantar era, prácticamente, un arte marcial. Acicalarse las alas ocupaba mucho tiempo. Moverlas era un ejercicio diario. Se decía que, por las noches, dos mujeres conchabadas se lanzaban sobre un hombre distraído y le conducían a su Plataforma, donde lo compartían. En tales ocasiones, sus alas no perecían.
Las mujeres cantaban su felicidad desde las alturas. Los hombres captaban tenues melodías. Algunos hombres habían muerto por amor a la música. Se habían inventado grandes amplificadores de hojalata batida, con el fin de que la música se oyera con más claridad. De fabricar amplificadores se ocupaban los amplificeros.
Fabricante de calor era una ocupación modesta. Nadie podía inventar el fuego, porque las llamas no podían tolerar nuestra compleja atmósfera.
La profesión mejor considerada al nivel del suelo era la de elevador. Los elevadores siempre estaban creando alas falsas, que el comprador se sujetaba al cuerpo para intentar ascender hasta las plataformas. ¡Cualquier cosa con tal de atrapar a una de aquellas beldades aladas! Hasta el momento, sólo el joven Dedlukki lo había conseguido. Otros habían logrado elevarse hasta la altura de las plataformas, pero las mujeres les habían repelido con palos, hasta que cansados de agitar los brazos se habían precipitado a su muerte en el lejano suelo.
Así que las mujeres volaban libres, disfrutando de las brisas, y los hombres trabajaban o cuidaban de sus rebaños. Las mujeres volaban libres, recortadas contra un cielo turquesa que iba cambiando poco a poco de color, mes tras mes, derivando hacia un gris más ominoso, y del gris a un rojo deslustrado. Las mujeres volaban libres mientras el calor daba paso gradualmente al frío.
El elevador Wissler era un hombre que sabía poco de estas cosas. Wissler fue quien convocó al consejo y anunció por primera vez que estaba ocurriendo lo que él llamaba Enfriamiento Global, y que llegaría un momento en que la atmósfera se congelaría, a menos… Ah, pero ¿a menos qué? Se suscitó un gran debate.
Por fin, se tomó la decisión de consultar a las mujeres al respecto. Enfocaron los amplificadores de hojalata hacia las alturas.
—Hermosas damas, terribles cambios van a acontecer en nuestro mundo. El sol continúa alejándose. Antes de que alcance la máxima distancia, la mayor parte de nuestro aire se transformará en océano. Eso dicen los sabios.
»Y los hombres sabios hablan de dragones que devorarán el mundo.
»¿Cómo podemos devolver el calor a nuestras tierras? Sólo mediante el calor de nuestros cuerpos. En consecuencia, os suplicamos con toda humildad que permitáis a cierto número de jóvenes y hombres apuestos subir los dos mil peldaños ocultos en el interior de vuestras columnas y acceder a vuestras plataformas. Cohabitarán con vosotras, y fornicarán con vosotras a base de introducir sus pegos en vuestros encantadores lares. La fricción resultante devolverá el calor a nuestro mundo agonizante. Os rogarnos que aceptéis nuestra oferta.
Risas agudas llegaron desde el mundo superior. Voces mordaces transmitieron burlas. Algunas decían: «¡Excelente treta, hombres idiotas! ¡Pero no nos engañáis!». Otras gritaban «¡No os vamos a recibir aquí arriba! ¡De ninguna manera!».
Los hombres volvieron a cuidar de sus ovejas y vacas. La temperatura descendió. Nuestra atmósfera estaba compuesta de cuatro gases principales. El gas al que llamábamos aspargo sufrió alteraciones. Estallaron extrañas tormentas Aunque el aspargo no es respirable, dio la impresión de que facilitaba nuestra respiración. Estaba subiendo, de modo que la respiración al nivel del suelo se hizo irregular. Cuanto más frío hacía, más subía el aspargo.
En cuanto a las mujeres, sufrían mucho debido a su desnudez. Sus hermosas alas perdieron lustre. Se les cayeron las plumas, hasta que ya no pudieron volar. Por fin, cuando pareció que el cielo se había teñido de rojo para siempre, y una extraña niebla lo invadía todo, una mujer de edad avanzada que todavía conservaba las alas bajó al suelo y convocó al elevador Wissler y los demás.
Dirigió la palabra a la multitud congregada.
—Hablo en nombre de la mayoría de nuestras mujeres. Hemos observado que el aire se enfría y cuesta más respirar. Por lo tanto, proponemos bajar a vuestro nivel para presentar nuestros lares a vuestros pegos, con el fin de que tenga lugar un coito masivo y el calor generado devuelva nuestro planeta al estado de felicidad en que se encontraba.
»Somos conscientes de que esta acción tal vez parezca desagradable, pero no se nos ocurre otra alternativa. Vuestros Jovenes han de cumplir su deber por el bien de la raza.
No demostró la menor sorpresa cuando los jóvenes accedieron de inmediato y con entusiasmo a su propuesta. Muchos se presentaron voluntarios. Confesaron que sus pegos ya estaban preparados para cumplir su deber y entrar en varios lares. Se acordó un día, y con bastante precipitación, pues el aumento del frío amenazaba con provocar una terrible letargia. El sol era poco más que un ojo congelado, empequeñecido bajo su párpado de nubes que lo eclipsaban. Los hombres estaban desesperados, pues algunos animales de los que dependían para subsistir habían caído en una extraña catalepsia, de la que era imposible despertarles.
El día acordado, las mujeres bajaron los dos mil peldaños tallados en el interior de sus grandes columnas. Ninguna podía volar. Sus alas inútiles rozaban la pared interior mientras descendían. Colgados cabeza abajo, en la parte inferior de los grandes peldaños, había objetos grandes similares a babosas. Se removieron cuando las mujeres pasaron. Uno o dos incluso extendieron delgadas antenas de quisquilla, como si examinaran el desfile.
El suelo pareció muy oscuro a las mujeres. Algunas estaban asustadas. Los hombres las recibieron con antorchas llenas de oropéndolas, aunque el brillo de las antorchas ya no era tan intenso como antes. No obstante, bastaron para que los hombres condujeran a las mujeres hasta su Gran Salón, donde se habían instalado cuarenta toscas camas, con mantas de colores chillones, veinte a cada lado del salón, con un estrecho espacio en medio para que cualquiera pudiera caminar y tomar posiciones.
Casi todas las mujeres se habían cubierto con trozos de tela para no pasar frío. Mientras se desvestían, los hombres también se quitaron sus toscas prendas a toda prisa. Se presentaron a sus parejas. Algunos pegos ya estaban en posición de firmes. Otros necesitaron cierta persuasión. Sonó un gong, una nota algo apagada. Los ochenta participantes se acostaron en las camas, uno al lado del otro. Se besaron y palparon las partes principales de la pareja, como los pegos, los lares y los tutis.
A otro golpe de gong, comenzó la fornicación en masa. Ochenta traseros se movieron al unísono. Un sonido de succión invadió la sala. Se generó mucha excitación y calor. De hecho, como el sorprendido superintendente comentó después, «el semen generado bastaba para llenar botellas de leche suficientes para alimentar a todos los cahows del planeta».
Hacia el final de aquella larga jornada, los hombres descubrieron que preferían la inmovilidad. Se estaba produciendo efecto neuroléptico. Los traseros dejaron de moverse, hasta quedar inmóviles como una talla. Las mujeres se libraron de sus cargas y se levantaron con dificultad, porque también estaban derivando hacia la inmovilidad. Pasaron por encima de los cuerpos inertes de los hombres y abandonaron el Gran Salón del Esparcimiento y la Copulación. Entonces, sus ojos entornados descubrieron un extraño espectáculo.
Una profunda niebla azul, casi tan espesa como melaza cubría el suelo, hasta la altura de la rodilla, y continuaba subiendo. El aire parecía compuesto de copos de nieve, y transmitía ruidos extraños, algunos toscos, algunos musicales. La atmósfera se estaba depositando. Las mujeres, sujetándose mutuamente para no caer, en muchos casos con sus vestidura aleteando en el viento, volvieron hacia sus columnas.
Se esforzaron por entrar, se esforzaron por subir unos pocos peldaños, hasta que una extraña catalepsia se apoderó de ellas. La última mujer que entró miró hacia arriba, y vio a través de un jirón en las nubes que su sol, en otro tiempo cordial ya no era más que una chispa lejana.
—Nos equivocamos —exclamó con voz ahogada—. ¡Demos gracias a Halón!
El fenómeno del apogeo se intensificó, aceleró, como si siguiente perihelio no distara varios miles de años.
La luna apareció, como una lámpara en el cielo atormentado. No consiguió iluminar. Rodaba muerta en su órbita. La nieve caía en largas varillas remolineantes, en lugar de copos individuales. La niebla azul se había espesado, y se convirtió en líquido. Al cabo de pocas horas, hasta el Gran Salón del Esparcimiento y la Copulación estaba inundado. Sólo tejado sobresalía del agua. Después, el tejado se hundió bajo olas ominosas. Ningún grito brotó de las gargantas de los hombres: todos se habían enamorado de la oscuridad, las profundidades abisales y los silencios voraces de la eternidad.
Continuaba lloviendo. Y el agua subía por los costados de las columnas.
¿Qué había sido de las mujeres refugiadas dentro de esas columnas?
El cambio de la atmósfera las redujo a la catalepsia, sobre los grandes peldaños. Se aovillaron juntas en una parodia de algún desastre étnico, se transformaron en algo sólido. Los pulmones dejaron de moverse, los corazones de latir, la sangre de circular. Sus úteros, aquellos receptáculos de un futuro lejano, se convirtieron en porcelana. Y lo que contenía aquella cámara de porcelana era una cosa diminuta y paciente, una mera multiplicidad de células, satisfecha con esperar durante siglos de frío y oscuridad, hasta que una vez más planeta y satélite surcaran siglos de proximidad.
Por encima de aquellos guiñapos de maternidad momificada, las cáscaras que colgaban de la parte inferior de los escalones empezaron a moverse. Se estaban agitando, despertando de un largo sueño filogénico en que la noche era día y el día era noche, y el escroto de una gamba contenía todas las dimensiones.
Las gambas habían revivido y ascendían, todavía medio dormidas, a través de los cilindros inundados, hasta estallar en toda su gloria sobre su entorno resucitado, todo oscuridad crepuscular y aspargo vivificante. El aspargo, con su punto de congelación bajo, lanzaba vientos nuevos sobre un enorme mar bravío, que de vez en cuando rompía contra las plataformas.
Por debajo de ellas se extendía un océano de atmósfera antigua. Por encima, el manto magnificente de estrellas, como si una nueva llama abrasara la galaxia. En verdad había fuego, convertido en diamantes…
Sus bigotes crecieron al verlo y olerlo. Sus cuerpos se estiraron como medias elásticas. Sus numerosas piernas desarrollaron altura, músculos y actividad. El color apareció a lo largo de sus cuerpos huecos. Corrieron chillando de felicidad, regocijándose del privilegio de estar vivas, conscientes… volando. Pues mientras corrían, sus alas brotaron como flores gigantescas, se extendieron, batieron como cometas y transportaron sus frágiles cuerpos al corazón del alegre aspargo oscuro.
Cuando sus cuerpos se elevaron, también lo hicieron su ánimos. El aspargo estaba encendido de color.
Y la raza negativa, libre de información, libre de conocimientos, libre de cualquier sabiduría, excepto la de navegar en los vientos sobre el océano, partió a diseminar su semilla en grandes regueros perfumados sobre los zafiros de hielo, hasta que la aurora solar despuntó, y una vez más la luz del sol regresó para cumplir su deber con los seres que existían bajo ese océano atmosférico.
Ninguna especie conocía a la otra. Cada una tenía su turno de felicidad. Para cada una, la otra especie era como un sueño.
Como ya he dicho, este mundo era muy parecido al otro aunque un poco diferente.

Lo Mejor De Stanley G Weinbaum

Terminé de leer el recopilatorio Lo Mejor de Stanley Weinbaum, con grata sorpresa al descubrir un autor que va más allá de la ingenua ciencia ficción que esperaba encontrar en un colaborador de revistas pulp de los años treinta.

Una Odisea Marciana (A Martian Odyssey, 1934) y El Valle de los Sueños (Valley of Dreams, 1934) Ambientados en un planeta Marte de psicodelia biológica, estos dos relatos tiene la peculiaridad de mostrar la vida alienígena de una manera original, nada de hombrecitos verdegrises en son de conquista o en procura de lograr que el ser humano alcance la trascendencia, como es habitual cuando de marcianos se trata, sino de los últimos remanentes de una vida evolucionada en un planeta que se apaga debido a la falta de combustibles y energía, pero tan vitales, tan lógicos en su propia evolución, como inquietantes a fuerza de resultar extraños para la psique humana.

Máxima Adaptabilidad (The Adaptative Ultimate, 1935) Una mutación lograda en el laboratorio, convierte a una moribunda en una femme fatale, una vampiresa capaz de seducir a medio mundo con tal de alcanzar sus objetivos, obviando todo código moral, como si la conciencia, el bien común, fueran lastres que  los mediocres seres humanos de todos los días debemos soportar, incluso en contra del más básico de los instintos, el de superviviencia.

Las gafas de Pigmalión (Pygmalion's Spectacles, 1935): La tecnología como puente para acceder a otras realidades, un planteamiento que la ciencia ficción ha venido realizando desde sus inicios, me atrevo a decir. Con lo que no contaron ninguno de los autores clásicos que incursionaron en el tema, es que lo peor de la virtualidad, el simulacro y la fluidez líquida en las relaciones, se trasladaría al otro lado de las pantallas, infectaría la realidad misma con su relatividad, convertiría el tiempo en inmediatez sin historia y la comunicación en intercambio de imágenes, hasta el punto en que Galatea no sería la realización de vida de Pigmalión sino una más en una lista de contactos, un holograma al que ningún dios otorgaría vida.

Mares Cambiantes (Shifting Seas, 1937) Una amena historia acerca de cómo todos los seres humanos estamos conectados en esta pecera que llamamos Tierra, y cómo cualquier cambio que en ella ocurre repercute más allá de fronteras, creencias y todo lo demás.

Los Mundos "Si" (The Worlds of If, 1935) Algunas teorías  niegan la posibilidad del viaje en el tiempo, encadenándonos a los más profundos temores del paso del tiempo y la degradación, amén del profundo terror que nos invade ante la muerte. Pero si en lugar de viajar en el tiempo, pudiéramos contemplar en las aguas aún más inquietas de las consecuencias de las decisiones que nunca tomamos, como si nos fuera permitido caminar por el jardín de los senderos que se bifurcan, quizás ese espejo llevaría a la desesperación y ese jardín se tornaría en laberinto.

La Luna Loca (The Mad Moon, 1935) Otro cuento en el que encontramos las constantes de la narrativa de Weinbaum: el tipo duro e intrépido que se enfrenta a la naturaleza agreste del espacio exterior por algo de dinero, del que sin embargo es capaz de renunciar en pro del amor de una chica  que, aunque igual de intrépida que él, se ve superada por la naturaleza desaforada de los planetas del sistema solar y debe ser rescatada; la fauna-flora exuberante, pues en estos mundos no existe diferenciación entre unos y otros, enfrentándose al hombre que no invade sino que explora y explota, con total dejadez pues carecen de cualquier otra voluntad que no sea el apetito más básico; por supuesto un final feliz entre la pareja protagonista, algo que a mí me resulta ingenuo, pero parece que a Weinbaum le funcionaba de maravilla. Uno de los personajes alienígenas: una especie de gato de Chesire que habla en enigmas.

Rescate de un Secreto (Redemption Cairn, 1936): Una aventura que se desliga de las temáticas biológicas para centrarse más en la space opera, con asesinos y celadas y el rescate de la damisela en peligro.El Ideal (The Ideal, 1935) El científico loco van Manderpootz construye una máquina capaz de mostrar el ideal último de una mente; la belleza absoluta, lo siniestro freudiano, expuestos a través de una pantalla. Una vez más, Weinbaum erró el tiro, las pantallas actuales no muestran más que lo banal.

La Isla de Proteo (Proteus Island, 1936) Una vez más el interés biológico de Weinbaum se ve reflejado en una isla del Pacífico donde experimentos genéticos han creado una flora y una fauna únicas, con claras reminiscencias de La Isla del doctor Moreau, condimentada con los típicos rasgos de su autor: una damisela en peligro y un explorador con nervios de acero capaz de rescatarla.

El planeta de los parásitos (Parasite Planet, 1935): En uno de los tomos de lo mejor de la ciencia ficción clásica, Isaac Asimov presentaba este cuento como una joya del género, y no desencaminaba para nada; la trepidante narración nos introduce a un ecosistema tan llamativo que sólo puedo compararlo con el creado por Frank Herbert en Duna, con la diferencia que en Arrakis todo es contención y ahorro, mientras en el planeta Venus de Weinbaum es exuberancia y floración incontenida.

Lotófagos (The Lotus Eaters, 1935) En Lotófagos volvemos a encontrar a los protagonistas de Parasite Planet, Ham y Pat, quienes ahora casados continúan la exploración de Venus; pero mientras en el cuento anterior todo era aventura, en este hay un punto de oscura inflexión, de desesperada reflexión, cuando los exploradores tropiezan con una especie tan inteligente que ha renunciado a todo locomoción y decisión, para dedicarse a una contemplación tan intensa que los aboca a su propia desaparición.

Al margen: algunas lecturas hasta ahora

Estos son los libros que he leído desde mediados del año pasado hasta la fecha.

Debo decir que ya no leo demasiado.Trabajo y vida familiar me ocupan mucho tiempo, y después de casi diez horas diarias frente a un computador en el trabajo, no tengo muchas ganas de hacer lecturas profundas precisamente frente a una pantalla, así que me decidí por libros de lectura rápida y poco trascendentes, más bien entretenimiento fácil, aunque como siempre, me llevé una que otra sorpresa.

El sueño de Fevre- GRR Martin: Después de la desilusión que me causaron los últimos tomos de la saga de Canción de hielo y fuego, no me atrevía a acercarme al resto de la narrativa de Martin; pero como seguidor de los mitos vampíricos, no podía pasar por alto esta novela sobre los hemofágos. El que estuviera ambientada en el Mississippi, me sonaba sospechosamente a Anne Rice, pero nada más lejos de los edulcorados vampiros sufrientes de Rice, estos vampiros son tan turbios como las aguas que navegan, y tan decadentes como las marismas del río sobre el que se desplazan. No aporta mucho al mito del vampiro, pero es una novela que entretiene.

 

El hombre en el castillo. Philip K Dick. No acabé de conectar con este libro, si me acerqué a él fue porque ví el primer capítulo de la serie homonima y no me pareció muy entretenida; sin embargo, debo reconocer que Dick es muy bueno creando personajes, dotándolos de la vitalidad necesaria para que sus peripecias tengan una razón de ser, y su visión paranoica del espacio-tiempo conocido es siempre sobrecogedora.

La torre oscura-La torre oscura. Stephen King. Un mal final para una saga, a mi parecer, muy larga. A King no le alcanza el aliento para construir toda una mitología, el trasfondo fantástico del universo que se ha movido me resulta confuso, no sé si debido al tiempo transcurrido entre la lectura de los diferente tomos de la saga, y creo que los grandes antagonistas, el hombre oscuro y el Rey Carmesí tienen unas conclusiones casi que anecdóticas; mejor tratamiento obtiene la Torre, cuando al final descubrimos en qué consiste y su papel dentro de la historia.

Mesías de Dune, Hijos de Dune y Dios emperador de Dune. Frank Herbert. Me considero fanático de la saga de Dune. Si en el primer libro descubrí el inmenso universo en el que orbita Arrakis, en el segundo tomo asistimos a la consolidación del poder por parte de Paul Atreides y en Hijos de Dune vemos cómo el imperio queda por fin consolidado bajo la égida de los gemelos Atreides. Sin embargo, Dios emperador de Dune me pareció un libro largo y aburrido, con un personaje central que no  atrae para nada, dado a largas peroratas que no conducen a ninguna parte y una trama extensa hasta el hastío. 

Los Perros de Riga. Henning Mankell: Al Noir norteño llegué por Mankell y por Larsson, y pasada la sorpresa a causa de la violencia presente en esa sociedad, el aspecto humano de las tramas y la implicación emocional de los personajes fue lo que más me atrajo de ambos autores, incluso en la parte filmica, tanto en la trilogía cinematográfica de Millenium (la versión gringa nunca la he visto), como en la serie Wallander protagonizada por Kenneth Branagh.


Inferno Dan Brown. Más de lo mismo, la fórmula que le otorgó éxito a Brown ya está desgastada, el personaje central no parece evolucionar y el argumento desaprovecha los elementos más oscuros de la iconografía occidental , el Infierno de Dante y el choque de culturas entre Oriente y Occidente que representan los monumentos de Florencia y Constantinopla. 


El elfo oscuro. La morada. R A Salvatore.Aunque considero que juega sobre terreno conocido, elfos, magia, confrontaciones, tópicos de la fantasía heroica, la creación del personaje principal hace que esta novela sea entretenida y se lea de manera fluida.



Brooklyn Follies de Paul Auster. Mi primer encuentro con Auster fue en Mr Vértigo, y la anécdota casi mística del chico que aprende a levitar gracias a su maestro me pareció tan brillante que el final más secular me decepcionó bastante, de manera que tardé muchos años en volver a Auster, hasta ahora, que el hastío me llevó a este Brooklyn Follies, del que he salido convaleciente pero renovado, en ese estado de gracia, como recién parido a un mundo que no está tan mal después de todo, en el que debería dejarnos toda buena novelística. El argumento esta vez no es tan inverosímil, pero los personajes son tan reales, tan perdedores y humanos, tan cotidianos y desgraciados, que toman vida y desarrollan un destino que no cuesta leer.

Falleció el escritor sueco Henning Mankell

Falleció el escritor sueco  Henning Mankell

CULTURA | 2015/10/05 06:35


Falleció el escritor sueco de novela negra Henning Mankell

Deja una obra compuesta por unos 40 títulos, una docena de ellos de la serie sobre el comisario Kurt Wallander, su personaje más famoso.

El escritor sueco de novela negra Henning Mankell falleció a los 67 años de edad tras una larga enfermedad, anunció este lunes su editorial en Estocolmo.
Henning Mankell, a quien le diagnosticaron un cáncer a principios de 2014, "se apagó apaciblemente esta noche en Gotemburgo", en el oeste de Suecia, anunció la editorial Leopard en su página web.
El escritor sueco, que vivía a caballo entre Suecia y Mozambique, era uno de los principales exponentes de la novela negra nórdica junto a Jo Nesbo, Arnaldur Indridason y los considerados "padres" del género Maj Sjöwall y Per Wahlöö.
Mankell, que vendió 40 millones de libros a lo largo de su carrera, deja una obra considerable compuesta por unos 40 títulos, una docena de ellos de la serie sobre el comisario Kurt Wallander, su personaje más famoso.
"La solidaridad con los débiles y los oprimidos atraviesa toda su obra como un hilo rojo", escribe Leopard, la editorial que fundó en 2001 con el editor Dan Israel.
Henning Mankell estaba casado con Eva Bergman, de 70 años, hija del cineasta Ingmar Bergman con quien tenía una relación cercana.

http://www.semana.com/cultura/articulo/henning-mankell-el-escritor-sueco-de-novela-negra-fallecio/445028-3

Un paquete con varios de sus libros.

Los anillos de Saturno, W G Sebald.

Cinco o seis kilómetros al sur de Lowestoft, la costa discurre en un arco amplio, ligeramente disminuido tierra adentro. Desde el sendero que conduce hasta allí por las dunas de hierba y los bajos acantilados, se ve la playa en la parte inferior, atravesada por bancos lisos de arena, en la que, a todas horas del día y de la noche y en todas las estaciones del año, de lo que me he podido cerciorar ya en diferentes ocasiones, hay todo tipo de refugios en forma de tienda de varillas y cordaje, lona y encerado. En una larga hilera y a una distancia bastante uniforme prolongan el curso de la orilla del mar. Es como si los últimos vestigios de un pueblo nómada se hubiesen asentado aquí, en el último confín de la tierra, a la espera del milagro que todos han anhelado desde siempre y que justifique a la postre todas sus privaciones y extravíos. Pero los que acampan bajo el cielo abierto no han venido, evidentemente, atravesando lejanos países y desiertos hasta alcanzar esta orilla, sino que se trata de gente de las cercanías, que, según una vieja costumbre, miran desde sus lugares de pesca hacia el mar en permanente transformación ante sus ojos. Su número, curiosamente, siempre se mantiene más o menos igual. Por cada pescador que se va pronto acude otro, de modo que la sociedad de pescadores adormecida durante el día y en vela por las noches no se modifica con el paso de los años, al menos en apariencia, que supuestamente retrocede más allá del recuerdo. Parece que sólo en raras ocasiones uno de los pescadores entra en contacto con su vecino, pues a pesar de que todos ellos estén mirando fijamente hacia el este y vean ascender en el horizonte el crepúsculo vespertino y el alba, y a pesar de que, según creo, a todos les conmuevan los mismos sentimientos inexplicables, cada uno de ellos está completamente solo y no tiene confianza más que consigo mismo y con sus pocos aparejos, con su pequeña navaja, por ejemplo, con su termo o con su pequeño transistor, del que se escapa un sonido áspero apenas audible, como si las piedras que ruedan hacia atrás con las olas hablaran entre ellas. No creo que estos hombres estén sentados a la orilla del mar durante días y noches enteras para, como afirman, no perderse el momento en que pasen las bacaladillas, suban las platijas o el bacalao nade en dirección hacia la costa, lo que creo es que sencillamente les gusta demorarse en un lugar en el que tienen el mundo tras de sí y ante ellos nada más que vacío. 

W G Sebald.

Los anillos de Saturno.

La novela como género literario es la más permeable a otras expresiones literarias, además de su afán de totalidad que la encumbró como el genero predominante en la modernidad, a pesar de los intentos de destrucción de las vanguardias.

Sábato proclamaba una novela total que describiera al hombre, lo contuviera en su angustia y lo expulsara libertado, en dicha búsqueda se tradujo a sí mismo en personaje literario; así, Sebald se plantea en personaje central de este "informe", pero contrario al argentino no pretende totalizar a un personaje sino a sí mismo, en tránsito por una tierra que parece autodevorarse o caer víctima de los apetitos cambiantes de sus habitantes.

Cuaderno de viaje, recuento de vida, apuntes de lectura, la heterogenea travesía de Sebald por el mundo, por la vida de escritores y personajes extraños, la descripcion de sí mismo que nos brinda, a ratos se me hizo tediosa pero en general es una lectura poco convencional, una novela alejada de afanes de best seller (los paisajes descritos no podían ser más anodinos y destartalados) y el testimonio de la odisea a ninguna parte que llevamos a cabo a diario.

George Orwell: 1984 y Rebelión en la granja.

George Orwell: 1984 y Rebelión en la granja.

Se cumple un aniversario más del nacimiento del gran visionario George Orwell (25 de junio de 1903-21 de enero de 1950), autor de dos grandes distopías sobre la sociedad del siglo XX, 1984 y Rebelión en la granja.
Orwell planteaba en sus distopías el control total por parte del estado facista sobre la población, a través del miedo, la coherción y la violencia, no sólo física sino también ideológica.
Una de las cosas que más me llama la atención en las obras de Orwell, es que plantea  el control sobre el arte y el ocio, como maneras de adquirir una individualidad que nos convierta en seres libres dentro de la sociedad, algo que ha demostrado ser absolutamente inocuo en la sociedad de hoy en día: a pesar de que tenemos todo el acceso posible al arte en todas sus formas, preferimos el entretenimiento más banal, como prefiguraron otras grandes distopías como Un mundo feliz y Fahrenheit 451, así que creo que ha sido una de las grandes derrotas de Orwell, pensar que los hombres lucharían por su libertad individual antes que caer en la masa aborregada y feliz. Considero que lo que nos está matando es precisamente nuestra tan querida libertad, esta libertad hedonista del neoliberalismo de mercado, en el que cada quien puede seguir sus impulsos infantiles de autosatisfacción, dejando las grandes cuestiones de la humanidad en manos de la  maquinaria capitalista, para no tener que preocuparnos de nada más que nuestro supuesto bienestar.

Comparto las dos obras más conocidas de este autor.

Henry Miller

Henry Miller

Un 7 de junio de 1980, murió el escritor Henry Miller.

En mi adolescencia, entre los libros de un vecino descubrí una novela titulada Tropico de Capricornio; cuando empecé a leerlo, me fascinó el desparpajo, la blasfemia y la ironía que sobrevolaban el libro, amén de, por supuesto, las descripciones de los encuentros sexuales del protagonista.

Pero en tanto más leía a Miller, más me fue fascinando esa filosofía de vida de no darse jamás por derrotado, por más que la vida lo ahogara con su diario transcurrir, el sentimiento de que sólo el arte podría brindarle salvación, la convicción tan católica de que el sufrimiento no hace más que enseñarnos, la pasión por escribir pese y por encima de todo, y también esa visión de París tan cara a mi adolescencia de sentimientos de fuga y evasión.

Mucho más tarde descubriría el lirismo surreal que transita su narrativa, el poder de su voz en primera persona y lo que más me atraería de Miller, el hecho de hacer literatura con una vida simple, con una existencia cualquiera, fue un choque para mí, que creía que la literatura debía tratar de seres excepcionales y no de personas comunes y corrientes.

Comparto un paquete con varios de sus libros.

Franz Kafka La Metamorfosis

Franz Kafka La Metamorfosis

El escritor Franz Kafka murió un 3 de Junio de 1924. 

 
Nacido en Praga, el 3 de julio de 1883, Kafka es conocido por su novela La Metamorfosis, publicada en 1915, cumpliéndose así 100 años de su publicación. 

 
Leí La Metamorfosis en plena adolescencia y me identifiqué mucho con Gregorio Samsa su personaje principal, quien se ve inmerso en una transformación que no ha pedido y que lo aleja del mundo que hasta ahora ha considerado real, pero sin ofrecerle ningún creciemiento personal, sólo sufrimiento y soledad, lo que convierte a este personaje en una metafora absoluta del hombre moderno. Me explico. En la novela clásica, el héroe desciende al infierno, emprende un largo camino, supera una cantidad de pruebas, después de las cuales puede regresar a casa convertido en un adulto, en un hombre más sabio o en la herramienta que se necesita para vencer la adversidad. Pero en La Metamorfosis, el cambio que ocurre no le permite a Gregor descubrir nada de sí mismo, más que la angustia, la alienación absoluta respecto a su familia, la cual corta toda comunicación con él, convirtiéndolo en un paria, un desclasado, un enfermo, un excluido, y lo que es peor, un ser antieconómico, que no produce ni entra en la maquinaria de la producción, viendose todos los demás obligados a trabajar para suplir esa carencia, esa falta, esa verguenza que es el estado de Gregor.

 

Aunque me considero un seguidor de Kafka, La Metamorfosis es la obra que más frecuento de su bibliografía; de todas formas en este enlace se pueden encontrar los libros que aparecen en la imagen.


Frederick Pohl: La saga de los Heechee

Frederick Pohl: La saga de los Heechee

La saga de los Heechee es un conjunto de cinco libros del escritor Frederick Pohl, que narra el descubrimiento de tecnología extraterrestre en el sistema solar, y los intentos del ser humano de aprovecharla, mientras tratan de averiguar quién la dejó y a dónde se fueron.

Hasta ahora he leído los dos primeros libros, Pórtico y Tras el incierto horizonte, que ralatan los primeros contactos con la tecnología Heechee y el impacto que esta tiene sobre los seres humanos.

Ambos libros los he leído de un tirón, pues si bien es cierto que Pohl intercala aspectos científicos en su relato, estos no entorpecen un estilo fluido en el que la historia se va desarrollando poco a poco.

Sin embargo, me llama la atención el trasfondo psicoanalítico que he hallado en los dos libros,  en Pórtico la novela transcurre en minas, túneles y agujeros negros en los cuales el protagonista se debate en un sentimiento de culpa que relaciona con lo anal, mientras en Tras el incierto horizonte se trata de excreciones, el protagonista nos cuenta en determinado momento de la novela que su cerebro está produciendo más mierda para hacerlo sentir culpable, y otro personaje se pregunta por qué dedica tanto tiempo a pensar en sus intestinos y excrecencias.

Drácula de Bram Stoker

Un día como hoy, de 1897, se publicaba en Londres la novela Drácula de Bram Stoker.

Es indudable que el mito del vampiro de Stoker se basa en una mirada contraria y perversa del ritual cristiano de la transubstanciación, pero también podría mirarse como una represenatción prohibitiva, cohercitiva, de la práctica sexual recreativa; en efecto, y como ya lo dijo brillantemente Alice Cooper, sólo las mujeres sangran, lo que las convierte en la presa favorita del vampiro, pero si ese ataque se relaciona con el período menstrual, el sexo resulta en no reproductivo sino meramente recreativo; esto conlleva a un sexo sucio y absolutamente anticristiano.

En un post anterior, dejé olvidados los siguientes libros de Stoker:

Simon Pegg y el simulacro de la cultura de masas

Simon Pegg y el simulacro de la cultura de masas

SIMON PEGG LE PEGA AL FUTURO DE LA CULTURA NERD

El muchacho de culto habla sobre la infantilización de las cosas, y tiene buenos puntos.

 Cine   

Simon Pegg, en la mira de los nerds. ¿Cómo pudo pasar eso? Bueno, todo arrancó cuando el sitio io9 captó un pedazo de una entrevista del amado actor británico con la revista Radio Times, donde él dijo lo siguiente.

"Antes de Star Wars, los films que eran hits de taquilla eran El Padrino (The Godfather, 1972), Taxi Driver (1976), Bonnie y Clyde (Bonnie and Clyde, 1967) y Contacto en Francia (The French Connection, 1971); oscuros, amorales películas de arte. Entonces de repente la carga pasó al espectáculo y todo cambió... No sé si eso es una cosa buena.

Obviamente, soy un bastante confeso fan de la ciencia ficción y el cine de género, pero parte de mí mira a la sociedad como es ahora y sólo piensa que fuimos infantilizados por nuestro propio gusto. Ahora estamos esencialmente todos consumiendo cosas muy infantiles: cómics, superhéroes. Adultos están viendo estas cosas, y tomándoselas seriamente.

Es un tipo de estupidización, en una forma, porque está sacando nuestro foco de problemas del mundo real. Los films solían ser sobre desafiantes viajes emocionales o preguntas morales que podrían hacerte salir reevaluando como te sentías sobre... cualquier cosa.

Ahora estamos saliendo del cine sin pensar realmente sobre nada, más que el hecho de que Hulk acaba de tener una pelea con un robot".

Vamos por partes. Primero lo primero: lindo palo para la última aventura de los Avengers, Simon. Continuando, sale una pregunta clara: ¿qué hace la cara de la trilogía Cornetto y el actual Scotty en Star Trek (quien encima co-escribe el guión del próximo film), quejándose de la cultura actual del espectáculo? Bueno, aunque los ofendidos de io9 no dudaron en responderle con furia, Simon hizo lo que hace siempre: cuestionar el lugar de la cultura obsesionada en la que vivimos. ¿No nos creen? Miren la excelente respuesta extendida que hoy dio Pegg en su blog a esto cuando las redes sociales multiplicaron sus dichos.

"De la floja apertura que te trajo ’Jódanse fans de Star Trek’ y ’Phwooar, Princesa Leia’, viene esto... ’La cultura nerd es el producto de una tardía conspiración capitalista, diseñada para infantilizar al consumidor como medio de control no agresivo’.

Ha llegado a mi atención (gracias Google) que el excelente sitio web io9 tocó algunos controversiales comentarios que hice en Radio Times, que pueden ser sumados en la cabecera de arriba. Ahora bien, quizás estuve siendo un poquito troll, pero puedo ser un poco contrario a veces en entrevistas. Cuando hacés muchas de ellas, te enfermás de tus propias opiniones, y empezás a usar las de otros. Habiendo dicho eso, la idea de nuestra prolongada juventud es algo en lo que he estado interesado por un largo tiempo. Es esencialmente de lo que trataba Spaced (1999-2001), al menos en parte.

Una de las cosas que nos inspiraron a Jessica y a mi, hace todos esos años, fue la extensión sin precedentes que se le dio a nuestra generación de su juventud, en contraste a la previa generación, que pareció adoptar una recibida noción de madurez mucho tiempo antes. Los niños de los setenta y ochenta fueron la primera generación para la cual no fue imperativo ’crecer’ inmediatamente tras dejar la escuela. Por qué ocurrió esto es otra entera discusión sociológica: un incremento en la población estudiantil, progreso en igualdad de género, la ausencia de una guerra mundial; todas esas cosas y más contribuyron a esta evolución social. Lo que nos fascinó a Jess y yo fue la forma en la que utilizamos este tiempo. Para Tim y Daisy, no tener que crecer en la forma de sus padres simplemente significó una continuación de la niñez. Para Daisy, fue la persecución de sus sueños y fantasías de la niñez femenina. Para Tim, él transfirió sus pasiones de la infancia hasta su vida adulta, le importaron tanto, invirtió tanto, el mismo nivel de tiempo, importancia y emoción. Sus hobbies e intereses definieron quien era, en lugar de su estatus profesional.

En los 18 años desde que escribimos Spaced, esta adolescencia extendida ha sido astutamente cooptada por fuerzas del mercado, que han identificado esta relativamente nueva demográfica como una increíblemente lucrativa fuente de potencial consumista. De repente, acá había una generación entera llorando por una versión evolucionada de las cosas que consumían como chicos. Esta demográfica esta ahora bien y realmente atendida en todas las facetas del entretenimiento, y la primera y la segunda infancia se unieron a un fenómeno del mainstream. 

Antes de Star Wars, los grandes estudios de Hollywood estaban haciendo películas de arte, con personajes moralmente ambiguos, que eran temáticamente problemáticos y a menudo oscuros (oscuros como Travis Bickle, en lugar de oscuros como Bruce Wayne)*. Esto fue quizás en mayor parte debido a la Guerra de Vietnam y el hecho de que una larga porción de los jóvenes hombres de Estados Unidos fueron forzados a crecer muy rápidamente. Las imágenes que se emitieron a casa desde el conflicto eran problemáticas, y un creciente movimiento de protesta forzó a la nación a cuestionar la acción afuera del país. En otra parte, el feminismo era aún descartado como un lunático borde por la vieja guardia patriarcal, mientras la cultura dominante perpetuaba activamente los roles tradicionales de género. Star Wars fue un antídoto a la confusión moral de la guerra, resolviendo la adivinanza de quien era bueno y quien era malo. En el corazón de la historia había una princesa rompeculos que seguramente debe haber dado poder a una generación entera de chicas. Era una balsa para una nación en crisis en una cantidad de formas y fue tal la influencia de la nación, que el film se volvió un fenómeno global.

Los recientes desarrollos en cultura popular fueron discutiblemente predecidos por el filósofo y teorista cultural francés Jean Baudrillard en su libro América, en donde él habla sobre la infantilización de la sociedad. Puesto simplemente, esta es la idea de que como una sociedad, estamos siendo mantenidos en un estado de desarrollo detenido por fuerzas dominantes para mantenernos más dóciles. Somos hechos apasionados sobre las cosas que nos ocupaban como chicos como una forma de alejar nuestra atención de las cosas en las cuales realmente deberíamos estar interesados: desigualdad, corrupción, infuencia económica, etc. Tiene sentido que cuando nos enfrentamos con el horror del mundo, las duras realidades que nos rodean, nuestro instinto es buscar comodidad, ¿y en qué otro lugar estuvimos la mayoría de nosotros cómodos que en la juventud? Un tiempo donde estabamos protegidos de verdades dolorosas por nuestras pasiones recreacionales, los juguetes con los que jugamos, los comics que leíamos. Quizás hubo más discusión en Twitter sobre los trailers de El Despertar de la Fuerza yBatman vs Superman que sobre el terremoto en Nepal o la elección general británica.

El comentario de ’estupidización’ salió como una gran generalización por un forro de primera. No quise decir que la ciencia ficción o la fantasía fuesen tontos, lejos de eso. ¿Cómo podría decir eso? En las palabras de Han Solo, ’Hey, ¡soy yo!’. En las últimas dos semanas, vi dos brillantes exponentes de género: Ex Machina (2015) y Mad Max: Furia en el Camino (Mad Max: Fury Road, 2015), ambas dejando mi cabeza girando en diferentes y maravillosas formas y que son films muy adultos (aunque Max tiene una exuberancia juvenil que es bastante alegre, gracias George Miller, 70). Aún tengo que ver Tomorrowland (2015), pero con Brad Bird al frente, no puede ser otra cosa que una altamente entretenida pieza de pensamiento.

Supongo que lo que decía es que, cuanto más espectáculo se vuelve la prioridad creativa conductora, lo menos pensativo o desafiante se vuelven los films. El espectáculo de Mad Max está sustentado por no sólo multiples capas de argumento y personajes, sino también por un casi perdido sentido cinemático de ’¿cómo hicieron eso?’. La mejor cosa que puede hacerte el arte es hacerte pensar, hacerte reevaluar las opiniones que pensaste que eran tuyas. Es interesanete ver como un cineasta cerebral como Christopher Nolan tomó a Batman y lo hizo algo más adulto, más desafiante, persiguiendo al Caballero Oscuro sin par de Frank Miller hacia un algo menos turbio mundo de cuestionable moral y violencia. Pero incluso estos films son finalmente manejados por fuerzas del mercado, y alguien en algún lado querrá suavizar los bordes, así se pueden vender juguetes y loncheras. En ese asunto, el vigilantismo fascista de Bruce Wayne nunca realmente tuvo que rendir cuentas, a pesar de cuan interesante encontró Nolan esa idea. ¿Acaso él tenía un duradero amor por Batman, o era una forma de hacer este tipo de película en el escenario del mainstream?

La fantasía en todas sus formas es probablemente la más potente de las metáforas sociales, y por eso puedo ser compleja y poética. Nadie podría acusar a Game of Thrones de ser infantil. George R.R. Martin claramente vio el género de espadas y brujería como un medio fértil para expresar sus reflexiones en ambición, poder y lujuria. Si quizás el medio lo hace más comercial, ¿podría haber durado tanto como un drama histórico directo? Quizás Game of Thrones no habría sido hecho del todo hace diez años. ¡¿Un mundo sin Game of Thrones?! Si Baudrillard hubiera predecido eso, probablemente habría abandonado la facultad y me habría vuelto un zapatero**.

El punto de todo esto es hacer clara mi posición. No estoy fuera del pliegue, mis pasiones y preocupaciones siguen. A veces es bueno mirar el estado de la nación y asegurarse que estuvimos teniendo lo mejor que podemos tener. A veces es una cosa maravillosa, tener lo que solían ser preocupaciones marginales, de repente mandar el mainstream, pero al mismo tiempo, estas preocupaciones también han sido monetizadas y promocionadas, y las cosas que las hicieron preciosas a nosotros, no son siempre la preocupación principal (¿no es cierto, fans de la serie original de Star Trek?).

También es bueno preguntar por qué nos gustan estas cosas, que las hacen tan seductoras, tan discutidas, tan sagradas. ¿Transferimos nuestra pasión e indignación a lo efímero, en lugar de la realidad? No sólo la ciencia ficción y la fantasía, sino también rumores, y shows de talentos, y nostalgia, y los culos de la gente. ¿Está bien? ¿Es peligroso? Algo para discutir sobre un juego de ajedrez 3D, quizás.

Hablando de eso, mejor me subo a bordo del viejo hipocróptero y vuelo de regreso a escribir Star Trek Beyond.

En resumen:

Amo la ciencia ficción y la fantasía, y no pienso para nada que es infantil.

No pienso que es todo generado por fuerzas dominantes como una forma directa de control... mucho.

Aún soy un nerd y orgulloso.

Amor y cohetes,

Simon

P.D. Timothy Dalton y Pierce Brosnan también son Stormtroopers en El Despertar de la Fuerza.

*Ese tipo de films son hechos hoy pero no por grandes estudios. Antes de Star Wars, Sci-Fi y Fantasía eran vistos como relleno de clase B, de la cual los estudios eran precavidos. Alan Ladd Jr. realmente no recibe el crédito que merece por apoyar a George Lucas.

**No quiero faltarle el respeto a los zapatero, sólo tuve la intención de aludir a una profesión que no llenaría mis días con fantasías. No es que los zapateros no puedan disfrutar fantasía, lo pueden hacer. Después de todo, algunos de ellos son elfos mágico que sólo salen de noche para salvar a un pobre marido y su mujer de la destitución. Seguramente una metáfora para la invisible clase baja, permitiendo movilidad social entre los escalafones ejecutivos de la clase trabajadora antes de la guerra.

Con mucha clase, Simon resumió todas las contradicciones que manejan la cultura actual, donde debemos reflexionar dos veces antes de interesarnos tanto sobre el regreso de Jem o Las Tortugas Ninja. Claro, uno podría tirar contraataques (si quieren, apunten a lo mal que apunta roles Pegg fuera de la saga Cornetto), pero el mensaje estuvo siempre en el laburo de Edgar Wright y Simon: el drogón que no podía dejar su bar ni los videojuegos durante un intento de recuperar a su novia en un apocalipsis zombie, el lunático que haría todo para revivir esa noche de alcohol con sus amigos lejanos. Incluso, el fan de Star Wars que se pone un poco muy pesado en el clip de abajo. La próxima vez que veamos a alguien quejándose sobre un reboot de algo que murió hace décadas y que no quiera volver al presente por un momento, recordaremos esto.

http://site.lacosacine.com/cine/view/1980/SIMON-PEGG-LE-PEGA-AL-FUTURO-DE-LA-CULTURA-NERD

Agatha Christie

Hola, comparto un paquete con varios libros de La Dama del Suspenso.

 




No puedo decir que sea mi favorita, entre los detectives clásicos prefiero a Maigret y a Sherlock Holmes, pero hasta ahora no me he leído un libro de esta señora que me haya parecido aburrido.

Ciencia ficción: Paquete de libros de varios autores.

Desde siempre me ha gustado la ciencia ficción, y de esto tiene la culpa tanto las películas como series que veía en mi niñez y adolescencia, desde las sagas de Star Wars y El Planeta de los Simios, desde las nuevas series de La dimensión desconocida hasta Star trek, the next generation, y por supuesto todo el anime mecha de los 80 y los cartoons de superhéroes, desde Los Superamigos de Hanna Barbera hasta X Men y Spiderman de los 90.

Y aunque alcancé a leer a Julio Verne en la niñez, no fue sino hasta bien entrada la adolescencia donde empecé a leer ciencia ficción  a fondo.

El paquete que comparto consta de los siguientes libros y autores:

Arthur C Clarke. El autor de la famosa 2001 Odisea en el espacio, de él además he leído 2010, el año en que hicimos contacto, muy recomendables ambas.


Antologías Ciencia Ficción Bruguera. Una antología que permite adentrarse en la ciencia ficción norteamericana de los años 60, muy variada.


Isaac Asimov. Un prolífico autor que hoy está considerado un clásico del género, con libros como Yo, Robot y Fundación.


Orson Scott Card, recordado por su Saga de Ender.


Philip Jose Farmer, autor muy prolífico, con temáticas adultas en sus obras.


Tim Powers, un autor sorpresivo, de él acabo de terminar  Las puertas de Anubis, un libro en el que se mezclan viajes en el tiempo,magia egipcia y literatura romántica inglesa.

H P Lovecraft, murió un 15 de Marzo

El escritor estadounidense, Howard Phillips Lovecraft, murió un 15 de marzo del año 1937.
Lo que hace tan especial a Lovecraft para mí, es el universo tan  personal que supo conjugar en su obra, creándo un espacio imaginario a partir de su geografía natal, y un panteón de dioses y seres que iban más allá de los clásicos monstruos de la literatura de horror, al punto que muchos críticos lo consideran el creador del llamado "Horror cósmico", al enfrentar al hombre con poderes más allá de su comprensión y de los límites del espacio tiempo conocido.

Pero lo que más me gusta de este autor, es la combinación entre sueño y realidad presente en muchas de sus obras, como si Lovecraft presintiera que el universo y su inmensidad pueden ser explorados a través de la subjetividad del hombre, aunque hay en Lovecraft cierto pesimismo hacia sí el hombre es capaz de conocer dicho universo, rasgo que lo aleja de los finales felices a los que nos tiene acostumbrados el género, sobre todo en el cine.

Comparto un pack con los siguientes títulos:

Literatura de Terror

Aprovechando que es viernes 13, comparto un paquete con libros de terror de varios autores.

Los libros son los siguientes:

Las carpetas por autor contienen:

Anne Rice:

 

Bram Stoker:

Robert Bloch:

William Burroughs

William Burroughs

Un 5 de febrero de 1914, nació el escritor William Seward Burroughs.

Mi adicción a Burroughs empezó con El almuerzo desnudo, un chute que me dí por casualidad y que repito de vez en cuando, dejándome inocular por el virus desmedido del lenguaje, seguido por Expreso Nova, La máquina blanda, Marica y Yonqui; alimentado por los repasos que de vez en cuando le da el cine, Kiefer Sutherland en Beats, Viggo Mortessen en On the road, su aparición como un viejo yonqui en Drugstore cowboy, el desgarrador documental William S. Burroughs: A Man Within.

Comparto un paquete que contiene:

William S. Burroughs - Cartas del Yage

William S. Burroughs - El almuerzo desnudo

William S. Burroughs - El fantasma accidental

William S. Burroughs - Expreso Nova

William S. Burroughs - Marica

William S. Burroughs - Un espectador para el film biologico

William S. Burroughs - Yonqui

 

En la saga de La Torre Oscura de Stephen King, uno de los personajes se refiere a su hermano yonqui como "el  yonqui eminente" y, desde que lo leí, nunca he podido dejar de pensar en Burroughs como El Gran Yonqui Eminente.

 

Patricia Highsmith: 20 años de su muerte

Patricia Highsmith: 20 años de su muerte

El 4 de febrero de 1995, hace ya 20 años, murió la escritora Patricia Highsmith, la creadora de ese inolvidable personaje que es Tom Ripley, ese apocado don nadie que de repente se puede convertir en un asesino implacable y efectivo, para luego volver a su vida burguesa y al parecer perfecta, sin el más minímo remordimiento, por el contrario, siempre encuentra razones lógicas para justificar sus acciones.

En el pack que comparto se encuentra:

Ripley 01 - El Talento De Mr Ripley

Ripley 02 - La Mascara De Ripley

Ripley 03 - El Amigo Americano

Ripley 04 - Tras Los Pasos De Ripley

Ripley 05 - Ripley En Peligro

Extraños en un tren

Crímenes imaginarios

El grito de la lechuza.

Blog de dariolemos

Un blog con poemas de dariolemos.

Libros en bikini

Libros en bikini

En internet sólo se necesita tener mucho tiempo libre, para acabar estableciendo relaciones entre cosas que, seguramente, de tener la mente más ocupada jamás se nos hubieran ocurrido, como por ejemplo, portadas de libros en bikinis.

Sardine animal

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En sardine animal, ilustraciòn, arte urbano, diseño y fanzines.