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estabolsanoesunjuguete

Precio

Precio

Después de una travesía que recorrí cegado, desposeído de cualquier espíritu o voluntad, me sorprendí a mí mismo en un punto muerto, náufrago en una isla desierta.

Ya no podía borrar el pasado y el futuro era una herida abierta en incertidumbre. Y lo peor fue que no aprendí nada, ni dejé rastro alguno de ese tiempo transcurrido...

Escaldado, convaleciente, acepté el primer empleo que me ofrecieron y me dediqué a él con feroz indiferencia. Pensé que si sacrificaba algo de mí mismo, podría comprar un poco de libertad que compensara la claudicación. Pero incluso esos pequeños momentos de liberación se vieron empañados de amargura: el precio a pagar por ellos era muy alto y estaban contaminados de cansancio y desilusión...

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