Proceso de apretòn de manos
Quien da la mano da lo mejor de sì.
Señor mendigo, reciba usted esta bella sentencia
La mano que se estrecha vale su peso en oro
(La mano que se estrecha no oprimida por un guante
No oprimida por la estrechez de la boca del jarro
donde antes hubo flores
No la mano atrapada en la puerta
despachando dolor en los cinco sentidos
La mano lavada la mano sin pedanterìa
con la que se levanta una hostia o se compra un helado)
(Fragmento)
Jota Mario Arbelaez.
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