Prostitutio ante el espejo
Sabìa agradar con su belleza y sus sonrisas
y su juventud sensual de hembra en flor
Perezoso
No le gustaba pensar ni trabajar
Vivìa de los hombres
Y pasaron hombres por su vida
como un tren por encima de un tierno animal
y sòlo dejaron un gato viejo y reseco
Una sombra decrèpita y lastimosa.
Ah endeble señor de piel manchada y ojos tristes
còmo debes sufrir frente al espejo
añorando lo perdido
Avaro esplendor que se comiò la vida
y que vuelve en sueños cada noche
exigiendo memoria.
Raùl Gòmez Jattin.
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