Kenosis (frag.)
Doy gracias a Dios
por haber permitido
que yo
pertenezca a sus rebaños.
Por haber tolerado mis orejas de cerdo
y el sufrimiento de mis riñones
por haberme consentido erigir hasta el exceso
el lado opuesto de la santidad
y ejercer el oficio imprevisto
y tenebroso de vivir.
Gustavo Ibarra Merlano.
Ordalìas.
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