Lamento por un poeta malogrado
No sobrevolò lo cotidiano
Enredado con la vida de los otros
marchitò una vocaciòn de alta poesìa
Què dios extraño es tu consejero bravo guerrero
que te hizo despreciar un destino elevado
Tremendo fracaso de la imaginaciòn
es tu leyenda terrenal
¡Ay pobre corazòn de alas doradas!
Una escarcha de ceniza vengativa
cubre tu palidez de hèroe
que ha vivido demasiado
y que no tiene traidor que lo asesine.
Raùl Gòmez Jattin.
Amanecer en el valle del Sinù.
Ediciones Fondo de Cultura Econòmica, Bogotà, 2004.
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