Poemas de Giovanni Quessep
Mar y nombres
El mar abre la noche, quema sueños
con su tiempo hacia abajo. Azul. Voraces
pàjaros en la sombra. El mar pronuncia
los nombres, los escoge: el nuestro. Nunca
fueron soñados peces, nunca flores.
Nunca el mar tuvo tiempo de leyenda.
Callamos. El otoño es casi imagen.
El agua se dehoja y recomienza.
Materia sin sonido de amor.
Vamos perdiendo cielo. Nos acosa
la alta noche. Soñamos y perdemos.
Los dados falsos, as huecaas imàgenes
en la tierra. ¿Algùn dìa no fue nuestro
el mar, su ciclo de labios y pàjaros,
su complicado amor, el sòn eterno
de su discordia? Turbias soledades.
Miramos esta luz y vuelan hojas
o nunca ya sin nombre de no ser
la transparencia, tocamos el tiempo
ya tan nosotros , ya tan nada, tan
palabra caìda en otra hermosura.
Vamos perdièndonos, precipitàndonos
de esperanza. Materia sin sonido
de amor, materia aislada de los sueños
y el bosque de hadas en la hùmeda noche.
Todo el resto es camino. ¿Dios? Silencio.
El mar abre la noche, quema sueños
con su tiempo hacia abajo. Azul. Voraces
pàjaros en la sombra. El mar pronuncia
los nombres, los escoge: el nuestro. Nunca
fueron soñados peces, nunca flores.
Nunca el mar tuvo tiempo de leyenda.
Callamos. El otoño es casi imagen.
El agua se dehoja y recomienza.
Materia sin sonido de amor.
Vamos perdiendo cielo. Nos acosa
la alta noche. Soñamos y perdemos.
Los dados falsos, as huecaas imàgenes
en la tierra. ¿Algùn dìa no fue nuestro
el mar, su ciclo de labios y pàjaros,
su complicado amor, el sòn eterno
de su discordia? Turbias soledades.
Miramos esta luz y vuelan hojas
o nunca ya sin nombre de no ser
la transparencia, tocamos el tiempo
ya tan nosotros , ya tan nada, tan
palabra caìda en otra hermosura.
Vamos perdièndonos, precipitàndonos
de esperanza. Materia sin sonido
de amor, materia aislada de los sueños
y el bosque de hadas en la hùmeda noche.
Todo el resto es camino. ¿Dios? Silencio.
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