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Midnight Special 2016

Las dos películas que he visto hasta ahora de Jeff Nicholls comparten, además del actor principal, Michael Shannon, el mismo punto de partida: un hombre, padre de familia, de extracción baja-obrera, que se ve enfrentado de repente a lo desconocido, a lo fantástico que irrumpe en su existencia trastocándo su psique y las relaciones que este hombre entabla con los que lo rodean.

 

En Take Shelter, Curtis arriesga su matrimonio, la salud de su hija y su estabilidad emocional, en busca de un refugio contra una catástrofe que es apenas desvelada mediante sueños y alucinaciones angustiosas, pasando de ser un padre de familia bastante contenido a un hombre furioso que le reclama a sus vecinos por su indiferencia.

En Midnight Special, Shannon lleva su papel más allá; ahora no sólo es el padre de familia que explota, es un hombre  capaz de llegar a la violencia física más extrema con tal de cumplir su propósito y salvar la vida de su hijo.

En ambas películas, lo fantástico entra en juego sin demasiadas explicaciones y los protagonistas se entregan a ello con la pasión del místico y la violencia del poeta. Una vez descubierto su destino, ambos hombres van en su cumplimiento, arrasándo convenciones sociales y lazos.

Y son estos lazos los que explora Nicholls en ambas películas; los protagonistas masculinos de estas dos cintas son hombres tan reprimidos a la hora de demostrar emociones, excelentemente caracterizados por Shannon, que juega a ser  parco sin llegar a aparecer frío o distante, que ven en sus acciones la mejor manera de demostrar la preocupación y la pasión que sienten por sus respectivas familias.

 

La razón, el por qué de lo fantástico no es explicado, ¿la catástrofe de Take Shelter es natural o provocada, quienes son los seres de luz de Midnight Special?, y para mí eso es un acierto, no entrar en lógicas redundantes en la ciencia ficción ni la fantasía, presentar lo maravilloso como parte intrínseca del universo, a lo que nos debemos entregar con la misma estoicidad y valentía que los personajes de Nicholls.

For the love of Spock

Aparte de Star trek, la nueva generación, nunca he sido  cercano a la saga de Viaje a las estrellas, sin embargo eso no me impide dar el justo valor que la serie tiene dentro de la ciencia ficción catódica.

Recuerdo haber visto a Leonard Nimoy en un par de papeles, pero nunca lo consideré un actor de culto, hasta darme de bruces con él en la serie Fringe, donde se midió codo con codo con John Noble, y me ví obligado a reconsiderar por qué Nimoy y Spock habían alcanzado el pedestal que ocupaban dentro de la cultura pop occidental.

Este documental, más que una  biografía al uso, es una visión de amor de parte de un hijo hacia su padre, un dialogo con la ausencia y una reconciliación con el pasado, además de descubrirnos a un actor de rígido método, comprometido con sus seguidores y fiel a sí mismo.

Queda ahora como tarea, revisionar el legado de Nimoy  e iniciar la búsqueda de ese equilibrio interior de Spock que conlleva a tener larga vida y prosperidad.

The Mephisto waltz 1971

 

En la línea de Rosemary´s Baby de 1968, esta película nos narra la lucha de una joven esposa en contra de una secta diabólica que le arrebata a su familia, no sólo en lo sentimental sino también en lo físico, al reemplazar al esposo por uno de ellos.

 

Jacqueline Bisset, hermosa en todo momento, encarna a Paula, esposa de Myles , un pianista frustrado que conoce a Duncan Ely, un viejo pianista en la cúspide de su éxito, al que una enfermedad degenerativa esta llevando a la tumba, y a la turgente hija de Ely, Roxanne.

Desde el primer momento, Paula desconfía de la generosidad de esta familia, de su interés morboso en Myles, pero éste, turbado por la ambición de lograr ser un mejor pianista y los cantos de sirena de la vida lujosa y lujuriosa que llevan sus anfitriones (la fiesta de navidad es casi una bacanal pagana, con figuras religiosas a modo de candelabro y un perro con máscara de hombre, terminado con un beso apasionado entre padre e hija que revela su profundo y oscuro lazo), decide no escuchar a su esposa y casi se entrega voluntariamente en sacrificio.

 

Una vez efectuado el ritual, las sospechas de Paula se transforman en angustia ante la pérdida de su única hija y el descubirmiento de asesinatos horribles en torno a la familia Ely. Pero decidida a no perder a su esposo, utiliza las mismas armas de su enemigo, y convoca al diablo para que le proporcione la manera de vencer.

 

Esta es una película de mujeres, los enfrentamiento entre Paula y Roxanne son los mejores diálogos de la cinta, y los hombre desfilan como simples marionetas en manos de esta dos femme fatales, que exhudan sensualidad a más no poder.

 

El atrezzo diabólico de la mansión de Ely se lleva un papel preponderante, mostrándola casi como un laberinto en el que Paula se va perdiendo poco a poco, puntuado por una banda sonora espeluznante, el Mephisto Waltz de Liszt que da título a la película, que es utilizado como recurso para mostrar la entrega de Myles a los adoradores y su consiguiente alejamiento de Paula.

 

Al igual que en El bebé de Rosemary, el diablo nunca es mostrado, aunque por la expresión de la cara de Paula, entre el miedo y el reconocimiento, uno puede intuir que siempre estuvo ahí, a la vista, o que no es tan terrible a la mente humana como la religión nos ha hecho creer.

 

El final, un extásis sexual que deja en duda la pureza que esperaríamos de una mujer que lucha contra el diablo para recuperar a su familia, alcanza un máximo de efectividad más allá de la sumisa entrega de Rosemary a su satánico hijo, por el contrario en esta cinta nos encontramos con toda la potencia infernal de una mujer que ha conseguido lo que quiere.

Novelas gráficas y otros bombones envenenados

Freddie y yo: En clave de Slice of Life, en esta novela gráfica se nos cuenta una historia de amor verdadero, amor hacia la música, hacia la vida, hacia los recuerdos que atesoramos y las personas que asociamos a ellos, una historia tejida en torno a uno de los personajes más mitológico que haya dado el rock en toda su historia: Freddie Mercury.

Ni siquiera los grandes mártires del rock , como John Lennon, alcanzaron el histrionismo, el "divismo", de Mercury, lo que convirtió al carismático líder de Queen en un personaje sobresaliente, que aún años después de su muerte nos sigue seduciendo.

 

 

Cabos sueltos: Los españoles Raule y Roger firman estas historias cortas y autoconclusivas, enmarcadas en el cuadro de costumbres, pero que no por eso dejan de tocas fibras universales al presentarnos devenires humanos comunes a cualquier sociedad y cultura. El trazo alargado de Roger se aúna a la melnacolía de los argumentos de Raule, en pequeñas tragicomedias de rápida lectura y lenta digestión.

 

La Noche de Philippe Druillet: La noche se teje en torno a una pérdida, la muerte de la mujer del autor mientras éste realizaba la obra, así que lo que empieza como una obra de ficción al más puro estilo de Druillet, trazo barroco, de una psicodelia imponente, termina como una elegía, una destrucción de magnitud apocalíptica en la que el autor y los personajes se someten a una muerte siempre presente.

The Angry Red Planet y The Time Travelers.

The Angry Red Planet (1959) Esta película empieza como una cinta más de bajo presupuesto, interiores, mucho dialogo y actuaciones muy convencionales.

Una misión a Marte, entre las muchas que el cine nos ha brindado desde que Méliés cinematografiara su Viaje a la Luna, compuesto por un grupo bastante típico de personajes, la joven y guapa científica, personaje principal, interés romántico del intrépido militar encargado de la seguridad de todos, el científico mayor y venerable y el gordito risueño y bonachón, casi que la alegre familia americana en paseo de domingo, sólo que al llegar el planeta se descubre como el iracundo y rojo dios de la guerra cuyo nombre lleva.

 

Y aquí empiezan los aciertos de la película. El primero, aunque risible, es el uso de un filtro intensamente rojo para visualizar las salidas de los astronautas a la superficie del planeta: si Marte no tiene atmosfera, ¿a qué viene esa coloración rabiosa de la luz solar?. Las "plantas" marcianas, pues hay vida en el planeta, que se encontraban detenidas, congeladas, por alguna fuerza superior capaz de controlarlas, recurso utilizado para que no notemos que en realidad se trata de un decorado dibujado, disimulado por un feroz filto de luz roja, son las primeras en tornarse amenazantes, cuando una gigantesca planta carnivora se apodera de la joven.

Y este es el segundo acierto de la película, los monstruos. Si bien la zoología fantástica siempre se basa en formas animales conocidas, la mezcla de características de los monstruos de Angry Red Planet es fresca y sobrecogedora. El siguiente bicho en atacar a los exploradores es un ser arácnido y vampiresco del que escapan a duras penas, antes de enterarse de la existencia de los marcianos mismos, seres de un solo ojo y entidad vaporosa, un poco al estilo de los monstruos del ello de Planeta Prohibido de 1956, que retienen con un campo de fuerza a los ya asustados astronautas.

Un último intento de desentrañar el misterio, conlleva a un viaje por un lago oleoso, desde el que atisban la titánica ciudad de los marcianos, interrumpido por una ameba gigante que asimila al gordito bonachón, implicando un escape apresurado que conlleva a la muerte del viejo profesor y una carrera contrareloj, por parte de Iris, la científica, por salvar a su enamorado, infectado por la ameba que se está comiendo sus tejidos.

El final, previsible, risas y happy end y un romance que llega a buen término, no sin antes habernos regalado la zoología marciana más vistosa que yo haya visto en una película de la época.

 

 

The Time Travelers 1964: Al igual que la anterior, The time travelers es una película escrita y dirigida por Ib Melchior y comparte con ésta la estructura de los personajes: un grupo de científicos aventureros compuesto por el venerable anciano, el hombre inteligente pero intrépido y su joven damisela enamorada y el comparsa bromista.

En esta ocasión los científicos experimentan sobre el tiempo, abriendo un portal hacia el futuro, donde la tierra ha sido devastada por una guerra nuclear y la humanidad se encuentra dividida en dos clases: arriba, en el desierto, mutantes belicosos sin otro interés que el saqueo y la barbarie, calvos para más inri, premonición absoluta de los War boys de la frustrante Mad Max Fury Road; el otro grupo es una comunidad científica, tecnologicamente avanzada, que utiliza unos androides de aspecto humano muy imaginativos para los trabajos pesados, y las mujeres visten con sexis ropas ceñidas muy de aquellos tiempos futuros.

Por supuesto, la historia transcurre en espacios cerrados y se centra en el conflicto surge entre los viajeros temporales y los residentes, a punto de embarcarse en un viaje espacial hacia un nuevo planeta para salvar a la humanidad de la extinción.

El ritmo de la película no es constante, alternandose los momentos de alta tensión entre los personajes y  escenas sin mucha acción, en la que se muestran los avances tecnólogicos que permitirán a la humanidad perseverar en otro planeta, puntuados por apuntes cómicos a cargo del amigo chistoso.

Hasta el enfrentamiento final entre los dos bandos, cuando los mutantes irrumpen y destruyen todo a su paso, obligando a los viajeros y a algunos de los hombres del futuro a volver al presente a través del portal, para encontrarse con que el tiempo ya no trancurre de la misma forma para ellos, quedando atrapados en una paradoja temporal mostrada a través de la repetición de fotogramas ya vistos.

En cuanto a guión y actuación, considero que esta película es inferior a The Angry Red Planet, algunas escenas están bien  logradas en el aparte técnico, como la destrucción de los androides en la batalla final, pero en general los efectos especiales son más trucos de feria de pueblo y el final extravagante no ayuda a mejorar lo visto antes.

Batman The Killing Joke

La broma asesina me resultó una película desconcertante: dos películas, unidas entre sí simplemente porque en ambas aparece Batman, fuera de ello, sin nada en común, salvo quizás el tono de animación bastante ligero con que se desarrollan ambas historias.

La primera película, se centra en Barbara Gordon como Batichica. Una sensualidad desbordante que explotan en angulos que permitan apreciar el cuerpo de la joven, para dar satisfacción al adolescente que a todos nos habita, y una insulza historia de amor, es todo lo que Barbara/Batichica nos relata, como voz en off, durante la primera parte.

 

Luego de repente, Batman se da cuenta que su lucha contra el Guasón no puede terminar sino con la muerte de alguno de los dos, y en un intento por entender las motivaciones de su enemigo capital, irrumpe en el Asilo de Arkham para confrontarlo.

Pero la broma empieza y el Guasón ya ha escapado, raptando al comisionado Gordon y dejando malherida a Barbara de paso.La segunda película da inicio. Con un narrador omnisciente, en esta ocasión.


La historia original, escrita por Alan Moore,  pretendía ser una oscura espiral hacia la locura, pero creo que explicar el pasado del Guasón como razón de ser del personaje, es algo que excede incluso a un guionista consumado como Moore. ¿Por qué el Guasón debe ser un payaso o un comediante triste? Moore ya había explorado esa faceta en Watchmen, otorgándole esa posibilidad al Comediante, el hombre que descubre el sinsentido de la vida, pero que en lugar de decantarse por la fatalidad, se lo toma como una broma, cruel tal vez, sin demasiada gracia, pero broma al fin.

En La broma asesina, el paso de comediante fracasado a supervillano psicótico es demasiado ligera para mí. Prefiero el Guasón de  Nolan, un ser sin pasado, sin huellas dactilares que nos permitan saber qué quiere o qué lo motiva, y la frase que mejor lo define la pronuncia Alfred al sentenciar que tal vez sólo quiere ver arder el mundo.

Yo preferiría un Guasón que en su cordura, era un hombre demasiado serio, que se  tomaba la vida y sus preocupaciones tan a pecho que, cuando la tragedia lo tocó, sólo pudo reaccionar de forma histérica, con una risa maníaca y un sentido del humor retorcido.

 

Pero como no se trata de mis gustos, sino del guión escrito por Moore, del cual esta segunda película no se aparta mucho, nos encontramos con que la palabrería existencialista a la que Moore nos tiene acostumbrados, y que puede resultar literariamente interesante, se recita  en la película tan rápido que se pierde el sentido del experimento que está tratando de realizar el Guasón, quedando en un secuestro sin demasiado suspenso, y al final, tras los golpes de rigor, el villano se negará a aceptar la senda de su salvador, la redención no es posible en un mundo humano de contradicciones, debe seguir por su camino estrecho hasta expiar su culpa, contando un chiste malo y riendo sin parar.


Sin embargo, hasta en esto falla la película, porque la broma final no hace sino acentuar la perspectiva del payaso triste y la que se supone es la confrontación más esclarecedora que hayan tenido Batman y el Guasón, se queda en una más, con final entre risas, como una comedia cualquiera.

Batman the return of the caped crusaders

No recuerdo mucho de los argumentos de la serie de Batman de los sesenta, pues era muy niño cuando, en los ochenta, reponían esta serie en la televisión colombiana. Sólo sé que a partir de allí nació mi gusto por el Hombre Murciélago.Esta serie de Batman contenía todo lo que asocio con el concepto de pop en la televisión, colores delirantes, escenografías chillonas, buenos buenísimos, malos malísimos, coreografías musicales sin ton ni son, frases estereotipadas y juegos de palabras, confianza en la tecnología como mediadora hacia la prosperidad, finales felices, etc.

Y por supuesto, las viñetas con las explosivas onomatopeyas, marca de la casa.

En Batman, hasta donde recuerdo, se omitía el pasado oscuro del personaje, las motivaciones de venganza o sed de justicia a causa de la muerte de sus padres. Batman era, simplemente, un superdetective, que derrotaba a unos villanos bastante carismáticos y caricaturescos, a los que la policía parecía ser incapaz de controlar. Esta falta de base psicológica que podría convertir en plano al personaje, se pasaba por alto gracias al trabajo histriónico de Adam West y a la ligereza cómica de los argumentos.

Esta "luminosidad" de Batman se ve reflejada incluso en su Baticueva; mientras en otras encarnaciones del vigilante de Gótica la baticueva es un sitio oscuro, donde colecciona sus obsesiones, en la versión de los sesenta es un lugar amplio, iluminado, nada abigarrado, en el que la ciencia y la tecnología ocupan un lugar preponderante en aras de resolver misterios, dos amistosas herramientas que permiten al intelecto preclaro de Batman sobreponerse a los retorcidos planes de sus archienemigos.

Todos estos elementos, se conservan, enhorabuena, en el film animado Batman the return of the caped crusaders (2016), en el que el universo animado de Warner Bros se decanta por el homenaje, antes que por la parodia, contando con las voces originales de Adam West, Burt Ward y Julie Newmar; con el añadido de un giro argumental en el que Batman, mediante tecnología mal utilizada, obtiene todo el control de Ciudad Gótica, algo parecido a lo que ocurría en el cómic Batman Tirano escrito por Alan Grant, otorgándole un conflicto psicológico al siempre derecho Batman/Bruno Díaz, uno que, si lo cargamos con tintes políticos imposibles, refleja hasta donde debe llegar el control en aras del bienestar y la inutilidad de los organismos de control, reflejado en el momento en que Batman retira de sus puestos al comisionado y al jefe de policía, acusándolos de esperar siempre de él la solución a los problemas de la ciudad.

 

Excelente película que no hace sino aumentar el mito en torno al Batman de la infancia, aquel que a pesar de sus tonterías y sus bailes rídiculos, nos anclaría emocionalmente al personaje, antes del revolcón del Batman de Tim Burton en los noventa.

Kingdom of Spiders y Empire of the ants de 1977

Dos películas de 1977 que tratan sobre insectos que atacan a los humanos.

Al parecer a finales de los setenta a Hollywood se le ocurrió que todo tipo de bichos se volcaran contra el hombre, recreándo verdaderas hecatombes seudo ecológicas, supongo que a raíz del éxito de Tiburón; todas estas películas las ví de niño en televisión, ya en los ochenta, enfrentándo en la pantalla el repelente ataque de arañas, tarantulas, abejas africanas y quién sabe cuántos bichos más.

De Kingdom of spiders lo único qué puedo decir es "¿en qué estaba pensándo cuándo decidí ver esta película?????" Uno esperaría que William Shatner, un tipo que ya para el 77 acumulaba muchas horas de rodaje, tuviera un poco más de histrionismo a estas alturas, pero no, la actuación de Shatner es totalmente plana, sin matices, su personaje carece de motivaciones y se dedica a sobrevivir a las patadas a una migración de tarantulas, organizadas por física hambre, debido a que el ser humano ha cambiado por completo su entorno. Los ataques de las arañas no resultan tan aterradores como los productores de la cinta imaginaron, pero no dejan de ser repulsivos, y aunque el guión es muy malo el final abierto presenta un giro tan extraño que uno esperaría una continuación que, gracias a Dios, nunca llegó.

 

 

 

Empire of the ants: Según parece, en los setenta era muy común arrojar los residuos radiactivos en el mar. Que dichos residuos fuesen a parar a la playa y conviertieran una colonia de hormigas en monstruos gigantes que esclavizaran, a base de feromonas, a toda una población perdida en la Florida, era puro folclor.

La película se dice basada en un cuento de HG Wells, pero según leo en reseñas, el guión no tiene nada en común con el citado cuento, así que nos encontramos con una película de serie b, que utiliza imágenes ampliadas de las hormigas reales mezclándolas con los fondos en los que transcurre la historia, y muñecos surreales en los "ataques" a los personajes.

Una de las cosas más molestas de esta película es precisamente los ataques de las hormigas, para generar "suspenso" cada que los bichos van a atacar se escucha un zumbido que termina haciéndose tedioso, y para que no se note demasiado que las hormigas atacantes son el realidad muñecos mal hechos, la camara entra en un frenético movimiento que se supone genera angustia pero que lo único que logra es un dolor de cabeza a base de aburrimiento.

Aunque las actuaciones resultan más convincentes que en el film que comentaba antes, el intento de darle profundidad psicológica a los personajes queda en pura chachara en una película cuyo único foco de atención es la superviviencia de los protagonistas al ataque de los insectos.

Lo más relevante de esta cinta es el supuesto control sobre la población humana que la reina hormiga logra a través de una sesión de feromonas, por lo demás una película más entre las muchas de ataques de animales que el cine estadounidense realizó durante esas fechas.

Películas vistas en el 2016

 

Battle royale: aparte de la aparición de Takeshi Kitano, siempre distante, siempre inexpresivo, pero en esta ocasión teñido de violencia, no acabo de entender qué tiene esta película para ser considerada de culto, es una historia demasiado vista: adolescentes sobreviviendo a un juego macabro en el que tienen que matarse entre ellos, nada del otro mundo.

Legendary weapons of china: Las películas de artes marciales de los Shaw Brothers tiene para mí un encanto especial, la ambientación, las coreografías, las motivaciones de los personajes casi siempre en busca de justicia a través de las artes marciales, ética de forajidos muy al estilo de los westerns clásicos, y por supuesto ese toque místico en el manejo de las técnicas y las armas, hacen que sea un cine muy apreciado en lo personal y esta película participa de todas esas características, sin llegar a descollar demasiado.


Crazy heart:  Jeff Bridges ha crecido mucho desde que en mi adolescencia lo ví enfrentarse a unos audífonos explosivos que le colocó Tommy Lee Jones en Marea de Fuego (Blown Away) y luego, en la tele, en el clásico de Carpenter Starman. En Crazy Heart interpreta a un cantante de country bastante mayor que inicia una idilica relación con una joven que, como en una vieja canción, termina en separación; el argumento no es nada del otro mundo, pero la interpretación de Bridges es la de un actor consumado, exacto en la emoción, comedido de manera que el espectador puede identificarse con el personaje y sus motivaciones y vivienciar una historia que bien podría sucedernos a cualquiera de nosotros.

Phantasm I y II: Un extraño sepulturero de un pueblo en medio de la nada, transforma cadáveres en enanos mutantes, para utilizarlos como esclavos en una dimensión desértica. Además de ser casi indestructible, utiliza un arma arrojadiza en forma de esfera sumamente letal, sólo comparable a los discos cortacabezas de El Angel Negro (1990). Aunque el argumento tiene su gracia, y la película por momentos logra aterrorizar, no es de mis favoritas entre el cine de terror de los ochenta y la segunda parte es innecesaria, muy de aquella decáda estar excediéndose en las secuelas aunque no aportaran nada a la historia original, o la enredaran con argumentos rebuscados, como el origen de Freddy Krueger en Pesadilla en la Calle Elm.

birth (anime)

Synchronicity 2015

The Time Machine clásica

Crouching.Tiger.Hidden.Dragon.Sword.of.Destiny.2016.

The Reptile1966

dark angel

justice league vs teen titans

bronson 2008

crimson peak

ip man 3

10000.Saints.2015

anomalisa

Batman v Superman Dawn of Justice

Shôrinji kenpô (Killing Machine)

Dust.Devil.The.Final.Cut.1992.

el monje bajo de la montañathe

zohar secret

The.Adventures.of.Buckaroo.Banzai.Across.the.8th.Dimension.1984

Dune miniserie

The.Indian.In.The.Cupboard.

you´re next

The Monolith Monsters (1957)

The monster that challenged the world

Captain Fantastic (2016)

the young sherlock holmes

Quatermass and the Pit - 1967

Series vistas en el 2016

Mr Robot temporada 1: Las historias de hackers siempre resultan fascinantes, de la misma manera que antes lo eran las historias de espías de la Guerra Fría, sólo que hoy el enemigo son los bancos, las megacorporaciones, los gobiernos-empresas privadas que utilizan nuestros datos para manipularnos, y llega el hacker como el último paladín de la libertad a usurparles aquello que, desgraciadamente, no ha sido robado sino que nosotros mismos hemos entregado, por ignorancia o por desidia, o quizás por la desesperación de sentirnos "conectados" que sólo nos induce a más depresión y resaca.

La trama de Mr Robot no es nueva, pero los personajes son frescos, sobre todos los personajes femeninos, y siempre resulta reconfortante recuperar a esos actores que te acompañaron en la juventud, caso de Christian Slater, aunque desde el principio se intuye que su personaje no es del todo real.

 

The Shield Temporadas 1 a la 7. Revisar las 7 temporadas de The Shield fue todo un descenso en picada emocional, desde las primeras temporadas brutales hasta las últimas, repetitivas y en ocasiones aburridas.

El trancurrir de una comisaria en un conflictivo barrio de Los Angeles, contaba con personajes poderosos: Vic Mackey y su equipo de asalto, con cuya corrupción el espectador es capaz de  identificarse, y los efectivos detectives Dutch y Claudette que no sólo resultaban interesantes por los casos que resolvían sino también por la interacción entre ellos. Pero a medida que avanzan las temporadas, las situaciones de Vic y los demás se tornan repetitivas, mientras que la separación de Dutch y Claudette, además de lo aburrido de los casos que ahora resuelven, conllevan a que la serie pierda atractivo, hasta desembocar en un final bastante decepcionante.

 

Rose Red: Miniserie de 2002 basada en una historia de Stephen King. Creo que lo único bueno de esta miniserie fue ver de nuevo a Julian Sands, quien me aterrorizó en la infancia con su interpretación en Warlock, 1989. Del resto, no me gustó nada, ni las interpretaciones ni la historia, tal vez la ambientación de la vieja casa embrujada, fuera de eso la trama no cautiva, no causa suspenso y mucho menos miedo y el final abierto es de lo más aburrido.

 

Game of Thrones Temporada 6: teniendo en cuenta el material original escaso en sucesos de los últimos libros de Canción de Hielo y fuego, es impresionante lo que los productores de esta serie han conseguido hacer en las últimas temporadas.

Sin embargo, Game of Thrones empieza a dar señales de desfallecimiento. El periplo de Daenerys para consolidar su ejército y regresar a los siete reinos ha durado demasiado, y  conseguir liderar a los dothraki después de seis temporadas ya no resulta tan sorprendente.

En cuanto a la revelación más esperada, el origen de Jon Nieve, era una teoría ya muy difundida en internet y no quedó muy clara en las visiones del Cuervo, de quien no se sabe todavía qué papel exacto cumple en la trama total de la historia y cuyo aprendizaje ha sido de lo más aburrido.

Ver a Tyrion otra vez como un cortesano experto en triquiñuelas diplomáticas, no me entusiasma, prefiero el Tyrion errante que va sobreviviendo a punta de ingenio.

El personaje que más me sorprendió fue Arya, que ha pasado de niña problemática a dolor de cabeza de todos los enemigos de los Stark.

Si la temporada 7 es la última, espero que no se den prisas en atar los cabos sueltos de cualquier manera, sino que todo encaje a la perfección, teniendo en cuenta la gran cantidad de personajes y subtramas que involucra esta serie.

 

 

Daredevil Temporada 2: Historias de superhéroes hoy en día hay demasiadas y teniendo en cuenta lo que han hecho en los últimos años, las últimas películas de los X Men y Spiderm     | .

an, por ejemplo, Marvel ha dejado de ser para mí la punta de lanza en cuanto a calidad se refiere; prefiero el universo animado de DC, puesto que Btaman Vs Superman tampoco me pareció gran cosa, larga y pretenciosa cinta que busca unir a todos los personajes de DC con una historia "adulta" totalmente hueca. Y odio a Ben Affleck desde que destruyó con su "actuación" a Daredevil en la película homónima de 2003.

Así que me acerqué a esta serie más por el hecho de ser de Netflix que por otra cosa, y me llevé la sorpresa con una primera temporada intensa, centrada en el inmenso Vincent D´Onofrio como el Kingpin, para ratificar en calidad en esta segunda temporada con la entrada en escena de un devastador Punisher, otro personaje maltratado por Hollywood.

No sé si por tratarse de una serie, pero los personajes son mejor desarrollados que en sus versiones cinematográficas y eso, como espectador, se agradece demasiado, mejores personajes, buenas coreografías, tramas más intensas y menos gasto en efectos especiales "espectaculares".

 

The Wire, Temporadas 1 y 2:Había escuchado que esta serie era una de las mejores de género negro y una de las primeras en imprimirle ese aspecto de calidad a las producciones de HBO, y me dejé llevar por la curiosidad, descubriendo una de las series mejor logradas, en cuanto a personajes y trama, del subgenero policíaco que haya visto en muchos años. La idea de reunir un montón de policías fracasados, que resultan ser mejores de lo que se suponía, más la dura intriga de lo que se teje en los barrios bajos, me pareció genial, los personajes son construidos con cuidado, incluso los secundarios resultan poderosos: el detective Lester, interpretado por Clarke Peters, al principio distante y entregado a su hobby que termina por ser un detective pulcro y concienzudo, y el personaje de Omar interpretado por Michael K Williams, que termina robándose todo el interés con su extraña cruzada.

Entre los personajes principales, descolla para mí Idris Elba en el papel de Stringer Bell y Dominic West como Jimmy McNulty.

 

La segunda temporada ya no me gustó tanto, repitió el mismo esquema con resultados más flojos, pero igual tuvo excelentes momentos como el de McNulty en el prostíbulo.

 

Luther Temporadas 1 y 2: Una vez vista The Wire, leí en internet que Idris Elba había realizado esta serie en su Inglaterra natal, así que me volqué a verla, obteniendo una vez más la satisfacción de encontrar una serie bien realizada, sin grandes alardes, pero con mucha calidad, con actores entregados a su trabajo y argumentos densos,  que ahondan en la sicología de personajes torturados y no me refiero sólo a los asesinos a los que se enfrenta el protagonista.

Luego, en la segunda temporada, la serie decae, tal vez por lo largo de los capítulos, mientras en la primera temporada se resolvía un caso por capítulo, en esta cada caso dura dos capítulos, perdiendose muchas veces el hilo y el interés entre un capítulo y otro.

La gran sorpresa, Ruth Wilson, actriz a quien no conocía y que se lleva, de mi parte, todos los aplausos en esta serie.

 

Terriers: Un expolicía y un exconvicto resuelven casos en las soleadas calles californianas. La premisa de la que parte esta serie es bastante conocida, pero son las actuaciones, más que los argumentos, los que hacen que esta serie sorprenda y enganche, lástima que no tuvo continuidad.

 

Aftermath: pequeña gran sorpresa de este año, el fin del mundo se acerca y una familia debe sobrevivir a toda clase de catástrofes y monstruos sobrenaturales; nada sobresaliente, ni en los guiones ni en las interpretaciones, pero aún así, es una serie entretenida.

The Andromeda Strain y Riverwold

Desconozco el material literario en que esta basada la serie Riverworld, de manera que no puedo opinar que tan fiel o no ha sido esta adaptación a la saga original, viendome obligado a juzgar sólo el material filmado; lo primero que me llamó la atención de esta serie fue su condición de historia trunca, revisando en internet me entero que se trataba del piloto creado para SyFy, cuya continuidad dependía del rating, pero me pregunto cómo pretendian convertir en serie una historia tan plana y por momentos aburrida como esta, con un guión que no engancha, que no crea suspenso, y unos personajes silueteados de la manera más burda; ni siquiera el supuesto planeta río crea la menor inquietud en el espectador y por supuesto las premisas sobre las que se construye la historia, no sólo no son resueltas sino que además resultan muy endebles: la tierra ha sido destruida y una raza superior resucita seres humanos en otro planeta.

Si debiera basarme en esta miniserie para lanzar un juicio sobre los libros de Philip J Farmer, no me acercaría a esta saga ni aburrido.

Por el contrario, sí he leído el tecno thriller sobre el cual se basa la miniserie The Andromeda Strain y puedo decir que es una historia entretenida y correctamente narrada, que el film clásico de 1971 respeta casi en su totalidad, no así esta nueva adaptación que busca imprimirle más suspenso a base de crear más preguntas acerca del virus, su origen y las consecuencias de su exposición, en medio de un ambiente de conspiraciones gubernamentales, que lo único que logra es que el espectador se pierda por momentos entre tantas ramificaciones de la historia central, la cual se enfoca en un grupo de científicos, cada cual con sus problemas que a mí como espectador no me parecieron nada interesantes, enfrentados a un virus de origen desconocido pero de efectiva mortalidad que ha llamado la atención de la milicia, la prensa y oscuros intereses dentro de la Casa Blanca... como digo, complicaron demasiado el guión original para nada, porque los personajes no crean ligazón con el televidente, el trhiller no supera en nada otras películas de conspiraciones científicas con posible fin del mundo que hayamos visto antes, el suspenso se esparce como el virus pero no inocula y el final abierto, en espera que el rating hiciera redituable una continuación, no permiten crear un clímax a la historia.

Novelas adaptadas al cine

Como fanático de la literatura y el cine, quisiera que existiera una especie de hermandad, de transposición, entre las historias escritas y su representación en la pantalla; pero conciente de que esto es imposible, al tratarse de dos medios de expresión totalmente diferentes, uno espera que por lo menos la película haga honor al libro y a los personajes, y no se quede sólo con la premisa básica del argumento, como sucede la mayoría de las veces, y se me viene a la mente La insoportable levedad del ser de Philip Kaufman en la que, ni por casualidad, aparecen las reflexiones de los personajes que le dan la razón de ser, e incluso el título, a la novela, quedándose en una mera historia de amor que sólo ví hasta el final por Juliette Binoche.

Mucho se ha hablado de los cambios en el guión de la serie Game of Thrones, pero teniendo en cuenta que los últimos tomos de la saga han sido bastante aburridos (y me considero super fan,  no detractor), creo que lo que hicieron los escritores de la serie estuvo muy bien, no se adhirieron a lo escrito, sino que jugaron con los personajes, los profundizaron de otra manera a la propuesta por el autor e hicieron suya la historia, incluso cambiandola; algo que debió tener en cuenta Peter Jackson en su adaptación-trilogía innecesaria de El Hobbit.

 

Y es que lo que fue un acierto en El Señor de los Anillos, la creación de los personajes, el enganche que sentimos, la épica, los paisajes, el guión, trasladado a esta nueva trilogía se pierde en una historia plana, llena de tantos personajes que uno no acaba de conectar con ninguno, la búsqueda parece un plan sin sentido, incluso las peleas de orcos y elfos se notan tan falsas y vacías de vitalidad en su derroche de efectos, que yo personalmente sólo ví la primera en cine, la segunda en casa y la tercera no me dan ganas.

Y es que el director no debería sentir remordimiento alguno en irrespetar la historia si nos va a presentar un nuevo mundo a partir de algo ya conocido, y así quedó demostrado en El Resplandor de Kubrick, en la que la película es narrada desde la óptica del hotel, mientras en la novela era mostrada desde el punto de vista del niño,  o siguiendo con Stephen King, cómo Frank Darabont convierte un cuento largo ( o novela corta, como sea, y ni siquiera una de las más conocidas del autor), en una gran película en Sueños de Libertad, al propinarle mayor profundidad a los personajes, tomándose su tiempo para construirlos, creándo un universo particular para esa historia, dónde todos esos elementos encajan unos con otros, hasta condensarse en ese pedazo de paraíso nombrado Zihuatanejo.

Time bandits

Cuando era niño, ví una secuencia en una película que caló profundo en mi imaginario personal: unos viajeros atrapados en el laberinto rectilíneo del desierto; uno de ellos lanza algo contra el horizonte inalcanzable y el paisaje se rompe como un cristal reflectante, detrás del cual el camino sigue para los viajeros.

Esta idea de la realidad como límite, detrás de la cual hay algo más, el sueño, la locura, me acompañó desde entonces, sin que pudiera recordar el nombre de la película.

Más de veinte años después, revisando la filmografía de Terry Gilliam me encuentro con que la mítica cinta es Los Bandidos del tiempo (Time bandits) de 1981.

Lo primero que me encandiló de esta cinta es que está protagonizada por David Rappaport, el recordado inventor de juguetes y detective de la serie El Hechicero, además de la dirección de Gilliam, quien figura en mi panteón personal por otra cinta de mi niñez como es Las aventuras del Barón de Munchausen, desmesurada en su fantasía al punto que durante mucho tiempo soñé con escribir historias como esa, desbordantes, ilímites; después, en mi adolescencia, El rey pescador,  ese Don Quijote suburbano a cargo de Robin Williams me hizo pensar que la ciudad y el género fantástico no se encontraban distanciados; pero fue hace unos años, con la demencial Brazil que aluciné con el inmenso talento del director.

En Los bandidos del tiempo se notan los titubeos del director que busca su propio universo, una cierta indecisión en la escritura del guión, como si las aventuras se atropellaran las unas a las otras hasta la conclusión final, para mí menos espectacular que el resto del film, pero aún así una película muy personal que refleja la fantasía ochentera que tantos buenos ratos nos brindó.

En youtube se puede apreciar en español "gallego".

The Lone Gunmen

En la llamada Tierra de la libertad, mantener la libertad es una frikada.

Esa pareciera ser la premisa en que se basa esta serie, que todos saben (o deberían saberlo), es un spin off de Archivos X.

 

 

El trío protagonista apareció en Archivos X como unos aliados incondicionales del agente Mulder, periodistas investigadores capaces de penetrar el maremagnum de información-entretenimiento que los poderes dominantes colocan al alcance del público para mantenerlo aborregado, encontrando los motivos oscultos, otorgando sentido a los datos, contextualizando las cifras para que no fueran estadísticas hueras con las que probar cualquier cosa, desfaziendo entuertos y hackeando como los grandes.

 

 

No sé si porque contextualizo con mi adolescencia, pero estos personajes me parecían excelentes, su humor de tres chiflados contrapesaba los guiones densos de Archivos X, el pensamiento lateral de Frohike, Langley y Byers unidos aderezaba la paranoia de Mulder y el escepticismo científico de Scully.

Sin embargo, ahora que he conseguido la serie completa, no sé si debido al paso del tiempo o a que la serie desde el principio estuvo mal diseñada, el humor de los protagonistas me parece hueco y predecible, gags típicos de comedia gringa, argumentos vanales con final feliz, nada de conspiraciones, nada de tramas enrevesadas y personajes poco profundos, de tal manera que hasta ahora no he podido pasar de unos cuantos capítulos.

Debo reconocer sin embargo, que el primer capítulo es genial, y según las leyendas urbanointernautas, premonitorio, al tratar del posible ataque contra las torres gemelas de New York utilizando un avión. Se pregunta uno si esta información no estaría dando vueltas por ahí desde mucho tiempo antes, y si toda la "tragedia" en torno al 11 de septiembre no fue más que un montaje de los gringos.

Creo que The Lone Gunmen es una serie entretenida pero nada más, y ni siquera de las más entretenidas que me haya visto en mucho tiempo.

Kiss of the damned

Desde que Bram Stoker hizo de su vampiro un Conde,  condenó a los hematofagos a estar asociados con la nobleza.

Supongo que por un resentimiento de clase, se pensó que la nobleza se alimentaba de los más pobres, devorándolos, consumiendolos, sin devolver nada a cambio.

En un giro, tal vez marxista, terminó pensandose  el vampiro de rancio abolengo como un ser en absoluta decadencia, anquilosado en el tiempo y siempre valiendose de los demás para su subsistencia.

Los vampiros humanos de Anne Rice a pesar de tener alma, siguen siendo ricos, jóvenes, hermosos, atributos que no les restan heroicismo y tragedia.

Pero los vampiros hipsters de Kiss of the damned se pasan; no toman sangre humana, sino plasma sintético, no se esparcen como una plaga, sino que se mantiene aislados como una subcultura de personas ricas y educadas, que disfrutan de excelentes cenas en mansiones fastuosas y, sólo cuando se rebelan, se dejan llevar por sus bajos instintos de predadores nocturnos. Por supuesto, tienen romances bastante insípidos con los que llenar la eternidad.

Visualmente, la película es impecable; las actores intentan darle vida a unos personajes muertos por un guión bastante plano y la historia en general no me pareció nada del otro mundo. Crepúsculo pero con mejores escenas de sexo. Crepúsculo para espectadores un poco mayores que buscan más intensidad y drama, aunque con iguales resultados.

The day after

Una vez vista la película The day after, la primera sensación que se advierte es la de alivio porque los sucesos narrados en el filme no se produjeron en la vida real, y porque el régimen de terror de la Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia llegó a su final.

Pero enseguida, me embargó la incertidumbre de cómo aquello que se narra me pareció trágico y sentimental por estar presentado en parametros de cine occidental, es decir en condiciones en las que yo como espetador me sentí identificado, y de cómo si aquello se hubiese narrado de una forma diferente no me hubiera parecido tan devastador, hablo por ejemplo de lo que puedo recordar de Hiroshima, mi amor, en la que la parte de la guerra es narrada de esa manera vanguardista y portmoderna que conlleva a la confusión, no pareciendome tan inhumana al final.

Si es melodrama al estilo hollywoodense, cala profundo; si es una peli francesa, intelectual y de culto, pierde emoción... Cosas del cine.

Sin embargo, lo que más me deja pensando es cómo pueden los gringos moralizar sobre algo que ellos hicieron. Las bombas reales sobre Hiroshima y Nagasaki debieron causar la misma, o quizás más, devastación que las ficiticas arrojadas sobre Lawrence y Kansas City, pero nunca los he visto rasgarse las vestiduras ni pedir perdón por lo ocurrido.

Y es aquí donde me pregunto por el fin de la historia predicado por Fukuyama. Los gringos decidieron finalizar la historia para no tener que responder por nada de lo que han hecho, ni por Japón, ni por Vietnam, ni por ninguna de las cochinadas que han hecho en America Latina; al no haber historia, no hay responsables, nadie tiene por qué excusarse de los derroches y las matanzas.

Al no existir historia, el pasado queda anulado. La pelea del siglo, la mejor película de la historia, son frases que he estado escuchando mucho últimamente; y en términos de boxeo, la gente no quedó muy satisfecha, y falta ver si el nuevo Mad Max resiste el paso del tiempo con la misma entereza que el anterior. Todo lo nuevo es mejor que lo anterior, así nadie tiene qe gastarse los sesos haciendo una revisión crítica de lo acaecido, enceguecidos por el nuevo espectáculo a proyectarse.

El fin de la historia no es más que la cesación, absoluta, del sentido crítico, bajo la homogeneización, total y fascista, de los gustos por la maquinaria del progreso neoliberal de occidente.

Así que, para qué hacer una crítica sobre la película de Nicholas Myer de 1983, si tarde que temprano harán un reboot más espectacular y más costoso, que me hará olvidar de aquella vieja versión que suscitó una inquietud y esta deslavazada reflexión.

Mr Nobody

Las aburridas vidas de Mr Nobody.

 

En su relato El jardín de los senderos que se bifurcan, Borges nos plantea las vicisitudes de un novelista que sueña con presentar todas las líneas temporales de su personaje, obviando las decisiones que como creador de ficción debe escoger. Al final, su obra es un laberinto en la cual se extravían, no sólo el lector, sino la memoria misma del creador.

Por supuesto, Borges no necesitó de dos horas para contarnos tanto.

La película Mr Nobody parte de la premisa que su personaje principal, Nemo (un nombre revelador, tanto por el capitán de Verne como por el soñador de Winsor McCay), no se deja arrastrar por el sino humano de hacer elecciones que cambian nuestras vidas, sino que, un poco según la teoría del caos, decide afrontar todas las posibles elecciones de su vida, bifurcándo su tanscurrir en procura de minimizar el dolor, la pérdida y la ruptura, acompañantes insoslayables de dichas escogencias dentro de la trama de una vida humana.

El problema con esta película es que el guión se queda corto al momento de describir tal epopeya,  conviertiéndose en un palimsesto entre Los amantes del círculo polar y 2001 Odisea en el espacio, eso sí, como conviene a estas nuevas películas "trascendentales" con muchos efectos especiales, y pienso en dos muy parecidas: Love de William Eubank y Cloud Atlas.

Creo que lo mejor de la película es su reparto, el inefable Rhys Ifans en un secundario, Jared Leto intepretando personajes díficiles algo idos de la mente (Réquiem por un sueño), la solvente y encantadora Juno Temple; y algunas escenas "surrealistas" con algo de carga poética como los helicópteros depositando cuadrados de mar como si se tratara de cuadros de césped. Del resto, puedo decir que me pareció una cinta muy aburrida y con un metraje demasiado largo.

El cinéfilo ignorante

01/07/2013 

El cinéfilo ignorante Gustavo García 

Paradojas de la hipermodernidad, como describió Giles Lipovetsky a la actualidad: el cinéfilo, ese elemental enamorado del cine que alimentaba con libros, revistas, música referencial el entusiasmo que le despertaban no sólo sus películas favoritas, que podían variar sobre la lista oficial de Obras Maestras, sino hasta sus “placeres culpables”, pero sólo después de haberse enfrentado lo mismo a lo Bueno que a lo Malo y a lo Feo, enfrenta una crisis de formación, deformación y disolución con la explosión cinematográfica actual. Hasta hace apenas unos 15 años, los cinéfilos eran legiones que lo mismo se encontraban en el megaestreno veraniego que en las soledades de la película iraní colada milagrosamente en la cartelera, reforzaba sus entusiasmos con algún hallazgo en la televisión y, en un éxtasis íntimo, armaba su filmoteca particular con algunos DVD (la respuesta de Dios a los cinéfilos); solía dedicarse a los varios oficios del cine, de la dirección y la producción a la academia y la crítica, o no, tener su cinefilia como una diletancia, una luz interior. Y cuando se reunían los cinéfilos, eran encuentros de referencias, citas, títulos comunes en una lengua franca que iba por encima de clases y nacionalidades. Eso se acabó. 


Hace unos 15 años se venía gestando el fin de una era del consumo y el gusto fílmicos: los festivales, los DVD, los canales de cable dedicados exclusivamente a presentar películas, y luego la internet, abrieron la caja de Pandora de la sobreinformación. Antes convivían en armonía el cinéfilo básico que buscaba cubrir la lista de John Kobal de Las 100 mejores películas con el erudito que abarcaba el cine mainstream junto con los marginales disponibles y el freak obsesionado con el cine de desecho, en espera de que se volviera “cine de culto”. De repente, esos marginales hicieron explosión y se borraron los contornos; de repente, circulaban cineastas filipinos, tailandeses, húngaros rabiosos, norteamericanos más allá del off off off; es la ola donde se incorporaron los mexicanos reflexivos y trascendentes que tanto furor provocan en los festivales europeos. Y si se cae en la tentación, hay el riesgo de no volver al camino viejo: quien se abisma en el universo del nuevo documental norteamericano, los surrealistas checos, los gore-splater serbios, el terror latinoamericano, los poéticos de Kazajistán, tienen para un buen rato de producciones que se renuevan y ramifican, pero que les alejan de la vieja comunidad cinéfila y les llevan a grupos cerrados que, sin embargo, las redes sociales amplían y universalizan. Adiós a la tertulia de café o en torno a unos vinos entre periodistas, un cineasta y profesionistas varios durante horas; bienvenidos al chat con “likes” y vínculos a escenas específicas en YouTube. 
Hay dos categorías en la nueva cine-filia: la de los tradicionales, los formados en los clásicos convencionales y en la curiosidad planetaria que empezó con las Nuevas Olas de los sesenta, pero a quienes la curiosidad llevó a ese nuevo océano informativo y se dejó devorar con entusiasmo y sin nostalgia. Suele proclamar la buena nueva de sus descubrimientos de cine saudí o montenegrino como si su presencia excepcional bastara para desplazar a todo el cine previo; la otra categoría es la de los de verdad nuevos, los que nacieron al cine por recomendación de Facebook, nutren su marco teórico en portales especializados en subgéneros específicos y de los cineastas y las películas más insólitos derivan exégesis intensas; no existe otro cine que ése y no necesitan más: les llegarán más ejemplos de todo el mundo sin necesidad de ver hacia atrás: ¿qué necesidad tiene de asomarse a John Ford, Fernando de Fuentes, David Lean o Jean Renoir? El cine del pasado sólo existirá si el cineasta lo menciona y así buscarán El gabinete del doctor Caligary (que no el resto del expresionismo) o a Hitchcock incompleto. 
El nuevo mundo cinéfilo es un archipiélago de soledades y tiene que ver con cómo el cine está revisándose a sí mismo; las nuevas generaciones consumen con mayor comodidad un cine minúsculo, en presupuesto o en ambiciones, pensado para no perder mucho en su paso a las pantallas de las laptops o incluso los iPhone; impensable que soporten la solemne majestuosidad visual de Lawrence de Arabia, Cleopatra o Ben-Hur, pero tampoco las sutilezas éticas de un Eric Rohmer, un Alain Resnais o un Pasolini. No los repelen, pero tampoco los buscan ni los sienten necesarios; les bastan los nuevos universos cinematográficos, que escapan a la Historia o crean la suya propia, a veces efímera, mutante. Un síntoma fue la serie de televisión del historiador Mark Cousins La historia del cine: una odisea (2011) que sembró la natural confusión en los espectadores ante la apabullante cantidad de referencias duras, comparación de escenas de cineastas diversos y una visión desesperadamente globalizadora para hacer una crónica personal y llena de afirmaciones sin sustento: así, una película de Ozu era la mejor jamás filmada (para estar en la moda del cine trascendente), un actor hindú era el más famoso del mundo (o sea, en la India) y el reflejo en la huella de un vaso en Larga es la noche (1948, Carol Reed) extendía su influencia hasta Godard (quien nunca mostró el menor afecto por el cineasta británico), pero en el camino se veían espléndidas imágenes de cintas chinas de la era de Mao o brasileñas de los años treinta que habían escapado a los historiadores. Su voluntad antiHollywood, como si el cine norteamericano hubiera pervertido toda la lectura del cine, coincide espiritualmente con la nueva cinefilia: no importa compartir los gustos cinematográficos, sino demostrar que al otro le falta ver las películas, las que cambian el panorama por completo. No faltará quien lo crea y se aterre, y otro que simplemente vuelva a ver a Rita Hayworth en Gilda y deje de sufrir. n 


Gustavo García. Investigador y crítico de cine. Es académico de la UAM-Xochimilco y autor de Al son de la marimba. Chiapas en el cine.

 

 

http://www.taringa.net/posts/tv-peliculas-series/16930406/El-cinefilo-ignorante.html

Películas vistas en el 2012

Alien: Empecé el año revisionando este clásico, claustrofóbica recreación del laberinto del Minotauro, pero con un Teseo hambriento e implacable.

Society: Escatológica visión de la alta sociedad ochentera, con el protagonista de los primeros  Guardianes de la Bahía, Billy Warlock y una morbosa Devin DeVasquez; excelente la escena de la transformación en cara del trasero del padre e inolvidable la orgía-porfía en la sala de la casa, esa cantidad intelegible de tejido acuoso entrmezclado en un orgasmo fluctuante.

Some kind of monster: Metallica por dentro, James se marcha dando un portazo, Lars le grita en su cara que está harto de él: ¡Fuck!!!!!!!.

Pink Flamingos: ¿comedia? Las ultra escatológicas aventuras de Divine y demás personajes de esta terrible película me parecen más dramáticas que cómicas, un retrato crudo de la tan cacareada "naturaleza humana" con mierda de perro incluida

Apocalipsis now: Nunca he podido entender del todo "El horror...el horror" de esta profunda película, que tuve la oportunidad de ver en pantalla gigante en los 90, durante su "Redux"; "Aspira fuerte el napalm", Bunbury dixit.

Easy rider: para ser un outsider debes tener dinero guardado en el tanque de la gasolina de tu moto Harley Davidson; marihuana, carretera, Jack Nicholson y una muerte sin sentido.

2001, odisea en el espacio: Más que una odisea (viaje hacia afuera), siempre he visto esta historia como un viaje de reconocimiento, hacia adentro, de regreso, con toda la grandeza épica que le confirió Kubrick.

Iron Monkey 2: a raíz de Ip man, "descubrí"  a Donnie Yen, en esta película exhibe su pericia pero lahistoria resulta bastante convencional.

Anonymous: ¡Excelente! Rhys Ifans se engrandece a alturas estratosféricas de calidad actoral, amparado en un guión sólido y una puesta en escena impecable.

The dangerous method: Uno de los Cronemberg más flojos que me haya visto, la aparición de Viggo Mortessen es casi un cameo.

Taxi Driver: ¿Me hablas a mí? cuando de Niro actuaba y no se repetía a sí mismo en muecas cada vez más arrugadas.

Love: Una bostezante recreación de 2001 con efectos digitales más actuales.

The adventures of Tintin: Tintín es un personaje amado, y gracias a Dios Spielberg no lo convirtió en carne de taquilla, ofreciendonos unaa aventuras a la altura de los cómics y la serie animada.

The war of the arrows: Epica coreana para vender entradas y crispetas, lo que no implica que no sea una buena película, entretenida y grandielocuente.

Ronald el barbaro: risible a más no poder, una aventura heavy con todos los ingredientes de las grandes sagas pero con mucho humor.

Perfume de mujer

Flowers of war

Les triplettes de belleville

Snow flower and the secret fan

The beyond Lucio Fulci

Sin city

Mothers day

Chucky 1

Batman el regreso del guasòn

Batman el misterio de batichica

Beautiful losers

Salem`s lot

13 assasins

Red dragon fist-Donnie yen

Ssssss

Documental 2001

Batman Superman

Batman vs Dracula

La masacre de Texas

Suck

la tumba de las luciernagas

dark city

rumble fish

v de vendetta

shinjuku triad society takeshi miike

ichi the killer

turk fruits

the brood cronemberg

conan the barbarian 2011

nocturna

Asylum

The flying swords of dragons gate

Vampire hunter D 2 Bloodlust

steamboy

millers crossing

terciopelo azul

caballeros del zodiaco overtura del cielo

ichi the killer ova animado

scum alan clarke

brazil

mad max

mad max 2

mad max 3

entrevista con el vampiro

el vengador toxico

Silip

la reina de los condenados

superman vs la elite

los intocables

rockstar

toro salvaje

the doors

Thor tales of asgard

lock out ms one

La pianista-Haneke

appleseed

los colores de la montaña

the men with the x ray eyes-roger corman

cujo

Kite OVA 1& 2

Heavy traffic

The mindscape of Alan Moore

tenacious d

halloween 2

runaway train

monella

twixt

the crow

the crow 2

the crow 3

wu xia

el exorcista

the thing

the dead zone

frankenstein 1931

the wolfman 1932

making of youthanasia

el planeta fantástico 1973

cruising william friedkin

criss cross

los hombres que no amaban a las mujeres

Pigen der legede med ilden

millenium actress

Delta de Venus

Bloody birthday

Heart in Atlantis

Pearl Jam 20

Distrito 9                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

In Time de Andrew Niccol

In Time de Andrew Niccol

Creo que la premisa en la que se basa In time es que la libertad sólo se compra con dinero; si no tienes tiempo (en este caso, el tiempo equivale a dinero), no tienes libertad; si consigues mucho dinero, puedes irte a un lugar donde serás 
absolutamente libre; si quieres que los demás sean igual de libres que tú, no los ayudes a cambiar su mentalidad y por lo tanto a cambiar el sistema, simplemente dales más dinero.Algo parecido ya se había visto, de forma mejor traducida a lenguaje cinematográfico y con mejores actuaciones en Easy Rider.Andrew Niccols sorprendió con esa distopía lenta y manierista que fue Gattaca, divirtió con las peripecias del siempre 
solvente Al Pacino en Simone, logró que los mismos gestos de siempre de Nicholas Cage se pusieran al servicio de la historia narrada en El señor de la Guerra; pero definitivamente en In time parece haber perdido el rumbo, pese a encontrarse el mismo manierismo en los escenarios  grandielocuentes que en Gattaca.Si en anteriores películas, los finales abiertos dejaban ganas de más, ¿regresará Vincent del espacio?,¿como va a continuar 
Yuri si ha perdido a toda su familia?, en esta lo mejor que le hubiese pasado a los protagonistas, en aras de aumentar el dramatismo, hubiese sido que uno de los dos muriera ( o ambos, dada las actuaciones tan planas de los protagonistas).

Otra revolución hollywoodense que no busca cambiar nada, más que nuestros hábitos de consumo.