Desesperaciòn
...Eso es la desesperaciòn. Algo glacial, un frìo y una soledad infinitos. Hasta entonces nunca habìa entendido que la desesperaciòn era frìa; siempre la habìa imaginado ardiente, vehemente, violenta. Pero no. La desesperaciòn era eso: un abismo sin fondo de oscura , helada, de intolerable soledad. Y el pecado de desesperaciòn de que hablaban los sacerdotes era un pecado frìo, que consistìa en aislarse de cualquier contacto humano, càlido y vivo.
Fragmento de una novela de Agatha Christie, leìdo por el protagonista de Plataforma de Michel Houellebecq.
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