La sentencia
-Nuestra sentencia no es aparentemente severa. Consiste en escribir sobre el cuerpo del condenado (...), la disposición que él mismo ha violado.
(...)
-¿Conoce él su sentencia?
-No -dijo el oficial. (...)-Sería inútil anunciársela. Ya lo sabrá en carne propia.
(...)
-Pero, por lo menos ¿sabe que ha sido condenado?
-Tampoco- dijo el oficial(...)
-¿No? -dijo el explorador (...)-, entonces,¿el individuo tampoco sabe cómo fue conducida su defensa?
-No se le dio ninguna oportunidad de defenderse.
Franz Kafka.
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