Mujeres
-sabes -dijo-, los hay que simplemente no se les dan las mujeres. a mí, por ejemplo, nunca se me dieron demasiado bien.y me fastidia muchísimo todo el asunto. y cuando termina te sientes como si el jodido fueras tu.
-¿quieres tomarme el pelo?
sabes bien lo que quiero decir: tienes la sensación de que te timaron, de que te estafaron. los calzoncillos allí en el suelo con su levísima mancha-mierda estival y ella camino del baño, victoriosa. y tú allí tumbado mirando el techo con la cara fláccida, preguntándote qué coño es aquello, sabiendo que tendrás que escuchar su cháchara huera el resto de la noche...
Charles Bukowski.
Escritos de un viejo indecente.
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