Los Simpsons, la pelìcula
Al ver la pelìcula de Los Simpsons, me resulta muy irònico que un hombre como Homero tenga una epifanìa...
Lisa es altamente idealista y comprometida, pero no es religiosa, para mucha gente el consumo del arte- que no es igual al arte mismo o a su disfrute- e incluso la ecologìa y los modos de vida alternativos, han venido a reemplazar a la religiòn.
Marge tiene una vena artìstica, que siempre es sepultada por su entrega al mantenimiento de la cohesiòn familiar.
Bart, mucho se ha dicho, es un ser humano libremente instintivo y vital, pero dista mucho de alcanzar las cotas tràgicas del superhombre de Dostoievsky, o la pesadez històrica del ultrahombre nietzscheano, despachurrado por el peso del devenir. o la ingenua filosofìa de Calvin.
Homero por su parte, aun cuando se encuentra muy cerca al mundo de la ciencia (¡es inspector de seguridad en una planta nuclear!), carece del conocimiento tècnico capaz de convertirlo en un yuppie tecnocrata exitoso, y detesta la religiòn por la cantidad de concesiones a las que se ve oblifgado a ceder.
En alguna de sus novelas, Morris West decìa que la religiòn parece tener todas las respuestas menos las que uno necesita. Y en laguna parte, Camus escribiò que la ciencia moderna es capaz de explicar el mundo pero incapaz de entregarnoslo.
La realidad ha perdido su carga mìtica y mìstica, de trascendencia y cohesiòn, la religiòn ya no es el ritual para el mantenimiento del mundo ( en lugar de sacrificios humanos para que el sol continùe su curso, disponemos cafeteras elèctricas y computadores personales de acuerdo al feng shui para atraer buenas energìas); y la ciencia, en lugar de descubrir los secretos de la naturaleza, nos ha aislado y cosificado de tal manera que el hombre ya no parece pertenecer a esa misma naturaleza.
Entonces, ¿ què de raro hay en que Homero tenga una epifanìa o en que Moe sea nombrado emperador de Sptingfield?...
Bufòn.
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