Hojas viejas

Cuàntos años

tratando de conocerme,

de descifrarme...

Cantar al unìsono

con mi corazòn destemplado,

una melodìa monocorde,

cardìaca...

***

Descifrar el juego equivaldrìa a dejar de jugar.

Una espada suspendida sobre mì, un pàjaro agorero devoràndome las entrañas, serìan preferibles a la  felicidad soterrada  de poseer todas las certezas, de tener nuevamente entre mis manos un juguete perdido en la infancia, un muñeco de ojos azules con el que juguè toda una tarde...

***

Desgarrar hasta hacer sangre

hasta diluir lo imborrable.

Tràgica lucha la de fijarse

-por amor o voluntad-

entre las horas dispersas

entre la brisa que barre

los papeles tirados sobre el piso...

***

 El futuro con el que  tanto soñaste muriò ayer...

***

La vida nunca fue lo que soñè.

Nunca me invitaste a conocer tu habitaciòn, las muñecas con que jugabas cuando niña; sòlo conocì tu lado exterior, tus labios pintados, tus uñas con flores de esmalte, tu ropa de salir...

***

Gris

Cuando caes herido,

¿de què color es tu sangre?

 

Cuando gritas

¿què humo o arena cuelga de tus labios?

 

Cuando cierras los ojos

¿què tras tus pàrpados cerrados?...

***

Tengo la capacidad de aislarme, pero no la convicciòn para la entrega;

la posibilidad de ejercer dos palabras juntas, pero o la humildad para el dialògo,

sed de belleza, pero no hambre de bùsqueda...

***Dime, Dios,¿dònde te has ido?

¿Acaso te has jubilado

o te has vuelto obsoleto?

¿Què clase de divinida eres

que te vuelves senil y amargado?

¡Anhelo los viejos dioses,

los que permanecìan jòvenes y dispuestos

a perseguir, a travès de los bosques,

sueños y rumores,

las antiguas deidades imperfectas que se mezclaban con ,os hombres,

que decidìan sus luchas y propiciaban sus viajes,

y no un viejo dios maltrecho

que flota sobre la creaciòn impunemente,

limpiàndose las uñas

con un mondadientes usado...

***

Hijo de Dios

con preguntas de hombre...