V de venganza
Las ùltimas utopìas cinematogràficas que he visto, Equilibrium (Kurt Wimmer,2002) y V de Venganza (James McTeigue,2005), tienden, como cabrìa esperar, hacia el final feliz, como si no se quisiera defraudar al espectador que ha pagado el precio de su entrada y ha comprado gaseosa y crispetas, un domingo por la tarde.
Yo que he visto ambas pelìculas en casa y en versiones piratas, me pregunto:¿ Es realizable todavìa una revoluciòn en nuestra sociedad? ¿Y no es contradictorio que que este profundo anhelo nos sea mostrado a travès de productos que , claramente, sòlo buscan entretener?
"La exigencia revolucionaria està viva, pero al no actualizarse en la pràctica, se consume en la idea de la Revoluciòn. Como idea, la Revoluciònes, en efecto, eterna, y serà eternamente consumible por la misma razòn que cualquier otra idea pues todas, hasta las màs contradictorias, pueden coexistir como signos de la lògica idealista del consumo", nos dice Baudrillard. Y continua:"La etimologìa es edificante:"todo se consume"="todo se consuma" y sin duda, tambièn, "todo se destruye". La Revoluciòn se "consume" en la idea de Revoluciòn significa que la revoluciòn se consuma (formalmente) y se aniquila: lo que es dado como realizado es, desde ahora, in-mediatamente consumible" (1).
Màs allà de su planteamiento, V de Venganza es una pelìcula de ritmo irregular, a veces trepidante, otras exasperante a fuerza de no pasar nada, Con Natalie Portman convincente en la parte màs fràgil de su personaje, al principio de la pelìcula, y no tanto en la faceta màs "dura" hacia el final.
Me parece que la pelìcula acierta al recuperar el estereotipo del hèroe de capa y espada, el anònimo y rocambolesco justiciero enfundado tras una màscara. Tambìèn el hecho de que la acciòn transcurra en un contexto màs "real", aunque el intento de hacer de la poblaciòn en general un personaje màs se queda precisamente en eso, con el clichè de la niñita tierna que descubre que todo està mal y sale a la calle para cambiarlo, cayendo abatida por las fuerzas del oreden imperante...
Pero de que entretiene, entretiene.
1. Jean Baudrillard. El sistema de los objetos, Siglo Veintiuno editores, S.A. , Mèxico, 1999.
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