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estabolsanoesunjuguete

Poema de Jim Morrison

 
La celebración del lagarto
Leones en la calle, vagabundos 
Perros en celo, rabiosos, espumeantes
Una bestia enjaulada en el corazón de una ciudad
El cuerpo de su madre
se pudre en el suelo veraniego. 
Abandonó el pueblo. 
Se fue al sur y cruzó la frontera 
Dejó el caos y el desorden
atrás, sobre su hombro. 
Una noche se levantó en un hotel verde 
con una extraña criatura gimiendo a su lado
El sudor rezumaba de su brillante piel. 
¿Están todos adentro? 
La ceremonia está a punto de comenzar. 
¡Despierta! 
No puedes recordar dónde fue. 
¿Se había detenido este sueño? 
La serpiente era de oro pálido, 
de vidrio y encogida. 
Tuvimos miedo de tocarla. 
Las sábanas eran calientes prisiones muertas. 
Y ella estaba junto a mí, 
Vieja, no es ella... joven, 
Su cabello rojo oscuro. 
Su suave piel blanca. 
Ahora corre al espejo del baño. 
¡Mira¡ 
Está entrando. 
No puedo vivir a lo largo de cada lento siglo de su movimiento. 
Dejo que mi mejilla se deslice 
por el suave mosaico frío. 
Siento la picante sangre fría. 
El suave silbido de las serpientes de la lluvia... 
Una vez tuve un jueguito 
Me gustaba agazaparme atrás de mi cerebro 
Creo que sabes el juego al que me refiero 
Me refiero al juego que se llama "volverse loco".
Ahora tú deberías intentar este jueguito 
Sólo cierra los ojos, olvida tu nombre 
Olvida el mundo, olvida a la gente 
Y erigiremos un campanario diferente
Es divertido este jueguito 
Sólo cierra los ojos, no hay forma de perder. 
Ya estoy aquí, ahí voy también. 
Relájate, estamos llegando... 
A lo más profundo del cerebro, 
dándole vueltas a mi dolor, 
a donde no hay lluvia. 
Y la lluvia cae suavemente sobre el pueblo 
y sobre las cabezas de todos nosotros 
y en el laberinto de arroyos 
entre la callada presencia sobrenatural de 
nerviosos moradores de las gentiles colinas de los alrededores. 
Abundantes reptiles, 
fósiles, cavernas, cumbres de aire frío. 
Cada casa repite un molde 
Las persianas bajadas 
La carreta encerrada contra la mañana 
Todos duermen ahora 
Alfombras calladas, espejos vacíos 
Polvo ciego bajo los lechos de parejas casadas 
envueltas en sábanas 
e hijas, manchadas 
con ojos de semen en sus pezones. 
¡Esperen! 
Aquí ha habido una matanza. 
No te detengas a hablar o curiosear. 
Tus guantes y abanico están en el suelo. 
Nos vamos de la ciudad. 
Estamos en fuga 
y tú eres el único que quiero que venga. 
No toques la tierra 
No veas el sol 
No hay nada que hacer más que 
correr, correr, correr. 
Corramos. 
La casa en la colina 
La luna reposa tranquila 
las sombras de los árboles 
atestiguan la brisa salvaje. 
Ven, nena, corre conmigo. 
Corramos. 
Corre conmigo 
Corre conmigo 
Corre conmigo 
Corramos. 
La mansión es cálida, en la cima de la colina 
Costosas son las habitaciones y las atenciones ahí 
Rojos son los brazos de sillas lujuriosas 
y no sabrás nada hasta que entres
El cadáver del presidente en el carro del chofer 
El motor arranca con pegamento y alquitrán 
Vamos, no vamos muy lejos 
al Oriente a conocer al Zar. 
Corre conmigo 
Corre conmigo 
Corre conmigo 
Corramos. 
Algunos forajidos viven a un lado del lago 
La hija del ministro está enamorada de la serpiente 
que vive en un pozo al costado del camino. 
Levántate, chica, casi llegamos a casa. 
Sol, sol, sol, 
Arde, arde, arde 
Pronto, pronto, pronto 
Luna, luna, luna 
Te alcanzaré 
¡Pronto! 
¡Pronto! 
¡Pronto! 
Soy el Rey Lagarto
Puedo hacer lo que quiera. 
Venimos de 
los ríos y autopistas 
Venimos de 
bosques y cascadas. 
Venimos de 
Carson y Springfield
Venimos 
encantados de Phoenix 
y te puedo decir 
los nombres del reino 
Te puedo decir 
las cosas que sabes 
escuchando un puñado de silencio 
escalando valles en la oscuridad. 
Por siete años habité 
en el disoluto palacio del exilio 
jugando extraños juegos 
con las chicas de la isla. 
Ahora he regresado de nuevo 
a la tierra de los justos y los fuertes y los sabios. 
Hermanos y hermanas del pálido bosque. 
Oh, hijos de la noche 
¿Quién de ustedes se unirá a la cacería? 
Ahora la noche llega con su legión púrpura 
Retírense a sus aposentos y a sus sueños. 
Mañana llegaremos a mi pueblo natal. 
Quiero estar listo.
 
 
Jim Morrison    
Tomado de  el templo de anibal y daya en www.angelfire.com/in3tekarimo/dream/poema4.htm                         

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