Poemas de Vicente Gallego
Noviembre, 25
Con esta sola mano
Me fatigo al amarte desde lejos.
Tendido bajo el viejo ventanal,
Espero a que el sudor se quede frío,
Contemplo el laberinto de mis brazos.
Soy dueño de un rectángulo de cielo
Que nunca alcanzaré.
Pero debemos ser más objetivos,
Olvidar los afanes, los engaños,
El inútil deseo de unos versos
Que atestigüen la vida. Celebrar
El silencio de un cuerpo satisfecho,
Esa altura sin dios a la que llega
Nuestra carne mortal. Saber así
La plenitud que algunos perseguimos:
Un hombre, bajo el cielo, ve sus manos.
Reflexión en tres tiempos
El pasado es un peso que arrastramos,
Y el futuro es un tiempo que simula
Ayudarnos a veces a arrastrarlo.
Se parece el pasado a un licor fuerte
Que corrompe el aliento y que a menudo
Nos repite en la boca del estómago.
El futuro es un hambre, y el presente
No consigue saciar ese apetito.
El presente en un tiempo tan ligero
Como el agua que corre: no alimenta,
Aunque acabe pesando como el plomo.
Jamás hallé en el tiempo el equilibrio,
Ni estuve satisfecho con mi tiempo.
Los tres tiempos son uno en cualquier tiempo:
Este tiempo del hambre y a la vida
Un tiempo de desganas y de hartazgos
Vicente Gallego (Valencia, 1963)
El noticiario de las ideas, N° 10, Abril-Junio de 2002.
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