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estabolsanoesunjuguete

Ella y èl

Esa noche, èl llegò de trabajar, hastiado de la rutina, enfermo de cansancio.

Ella tratò de recibirlo con ànimo dispuesto, pero el desgano de èl acabò por ponerla de mal humor.

Despuès de cenar, èl se sentò en la cama a ver televisiòn y acabò por quedarse dormido.

Ella le acomodò con cuidado la cabeza, que habìa quedado en mala posiciòn. Èl sintiò el roce de los dedos suaves en la nuca y pensò que por ella, bien valìan la pena el cansancio y el estrès y que , sin importar nada màs, debìa continuar adelante.

Ella contuvo el llanto, en el que se mezclaban el dolor por la perdida y el rencor por lo que consideraba inevitable.

Èl despertò al filo de la medianoche en una cama frìa. Y aunque la llamò, al principio con fastidio y luego con desesperaciòn, no obtuvo respuesta en la casa vacìa...

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