Poemas de Alexandr Blok
Què diferente es caminar entre la gente
Y simular que no se ha muerto
y en este juego de tràgica pasiòn
confesar que aùn no se ha vivido.
Y escrutando en la nocturna pesadilla
encontrar el orden como un desordenado torbellino
para que en el inexpresivo resplandor del arte
descubramos el mortal incendio de la vida.
***
Hoy no recuerdo lo que ayer pasò
en la madrugada olvido lo de la tarde anterior
en los dìas blancos extravìo el fuego
y en las noches ya no evoco los dìas.
Pero, ante la muerte, en la hora decisiva,
todos los dìas, y noches nos pasan por la mente
Y entonces -en el bochorno, en la estrechez-
es sumamente doloroso soñar
en todo lo hermoso que se fue.
Deseas levantarte y no puedes
Es de noche.
***
Somos los olvidados, solitarios sobre la tierra,
a hurtadillas nos sentamos cerca al calor.
Desde este càlido rincòn del cuerto
miramos la bruma de octubre.
Por la ventana, como entonces, se ve el fuego.
Querido mìo, ya estamos viejos.
Todo lo que hubo, tempestad y desdicha
ha quedado atràs, ¿què esperas del futuro?
¿Seguro quieres leer allà todavìa,
alguna inesperada novedad?
¿Acaso esperas algùn àngel tempestuoso?
Todo pasò. Nada podràs regresar
Quizás las paredes, los libros, los días.
Querido amigo, ellos están habituados.
Yo no espero nada, no murmuro.
No añoro nada de la que se fue.
Cinco poetas rusos. Editorial Norma, S.A., Santa Fe de Bogotà, 1995.
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