Tristeza
Pero ahora tengo tanta tristez encima, que hasta de mis propios pensamientos me compadezco,y aunque,madrecita,con la compasiòn no se logra nada, bien lo sè, de todas formas te hace a ti mismo un poco de justicia. Confieso querida mìa, que en ocasiones, uno mismo se humilla sin razòn alguno, se desprecia...Si lo expresaramos en una metàfora, eso ocurre porque tù mismo te sientes acobardado, acorralado...
Dostoievsky.
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