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Nadaismo

Al joven Adàn  le sucediò un hecho extraordinario. No habìa podido conciliar el sueño. Estaba pensando en que ni siquiera su propia existencia era suya pues le parecìa prestada, cuando de pronto vio en forma de visiòn alucinada a Zaratustra con una amplia capa negra sobre los hombros entrando por la ventana y ordenàndole: "Adàn, si no crees en nada, Nadaìsmo. Anda y lo fundas y lo propagas por el mundo como una peste". Y diciendo esto, desapareciò. Adàn, lleno de jùbilo por la visiòn que habìa tenido, se vistiò y saliò para Medellìn dispuesto a cumplir lo ordenado por Zaratustra que acababa de bajar de la montaña.

Elmo Valencia.

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