Poemas de Eduerdo Cote Lamus
YO SOY
Hay que sentir algo tan profundo como un dolor
para poder decir: Yo vivo.
Hay que vivir atenazando con la mano las angustias
para poder decir: Yo siento.
Hay que vagar sintiendo entre los brazos del cometa
para poder decir: Yo sueño.
Hay que soñar partiendo del cosmos del tormento
para poder decir: Yo sangro.
Hay que sangrar las mil arterias de las almas
para poder decir: Yo plasmo.
Hay que plasmar lágrimas entre rocas de ansia
para poder decir: Yo amo.
Hay que subir palpando desde la célula del mundo hasta el secreto de Dios
para poder decir: Yo pienso.
Hay que soñar, sangrar, sentir, plasmar, vagar, subir, amar y vivir atenazando siempre,
para poder decir: YO SOY.
EL CUERPO DOMINADO
Para morir tenemos grande el cuerpo.
La muerte es el tamaño de la vida.
Soñamos. La plegaria viene luego,
cuando la sombra aumenta el corazón;
la luz de pronto se abre, quema. Soy
un cuerpo encadenado lleno de alma.
La memoria, la fe, la condición
de ser un hombre más entre los hombres:
pecado vigilante, me limitan.
Cuando se tiene el pan yo pienso que
los pobres tienen hambre porque como,
cuando padezco yo sed de justicia
digo que no soy quién para obtenerla,
cuando busco en la vida solamente
aquello que he querido, me conmuevo,
porque siempre el dolor fue deseado.
El cuerpo no es culpable: es manso, duerme.
Tenemos que purificar el alma, amigos.
Tomado de La palabra viva en www.udea.edu.co
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