Crepùsculo
A la señorita Marie Laurencin
Rozada por las sombras d elos muertos
sobre la hierba en donde se extenùa
el dìa la arlequina està desnuda
y el lago contempla su reflejo
Un charlatàn crepuscular elogia
los trucos que està a punto de ofrecerle
el cielo desteñido se ha cubierto
de estrellas blanquecinas como leche
Sobre el tablado el pàlido arlequìn
saluda antes de nada a todo el pùblico
a los magos llegados de Bohemia
a algunas hadas y a los hechiceros
Tras descolgar un astro solitario
se lo pasa de un brazo al otro mientras
agitando los pies un hombre ahorcado
rìtmicamente toca los platillos
El ciego acuna aun niño muy hermoso
la cierva pasa con sus cervatillos
el enano observa con tristeza
crecer al arlequìn al trimegisto
Guillaume Apollinaire.
Tomado de Alcoholes.Hiperiòn, Madrid, 1995
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