Lo que se viò
Un par de pelìculas este fin de semana:
The final cut, dirigida por Omar Naim.
Una pelìcula que a mi parecer se pierde en sus propios planteamientos, ¿la tecnologìa es buena o es mala?, no la compren si no les gusta, dice Robin Williams y a eso parece reducirse todo, ya que el guiòn se esfuma en la redenciòn demasiado floja de los fantasmas de Alan Hackman (R. Williams), sin que este apenas haga algùn sacrificio por excorcisarlos ( conectar su propio implante y hurgar en su cerebro para descubrir que todo es una mala pasada de su subconciente, hubiese sido menos arriesgado ir a un psicoanalista o algo...)
Personas que se implantan chips para recordar, cuando la memoria , si nos hemos de atener a Borges, se compone de omisiones y olvidos que van construyendo recuerdos. Màs informaciòn que asimilar como si no fuera suficiente con toda la que hay flotando en el ambiente, paraìsos audiovisuales, lo que ves es lo ùnico que merece ser recordado de tus seres queridos, porque sòlo la imagen legitimiza.
Ray, dirigida por Taylor Hackford, protgonizada por Jamie Foxx, como el mùsico Ray Charles.
Cuando de biografìas de artistas se trata el cine muchas veces parece complacerse en escàndalos y excentricidades y no en el biografiado mismo, en lo que era como persona, que en ùltima instancia es lo que nos interesa en una biografìa, todo lo demàs es prensa rosa .
Por esta vez, tal vez por tratarse de un mùsico obtuvimos ambos lados de la moneda, la parte artistìca, creativa de Ray Charles y su desarrollo como persona, sus temores, sus adicciones.
Todo acompañado de una banda sonora gratificante, que muestra las diversas etapas del mùsico, desde que asimilaba el estilo de otros artistas hasta que encontrò su propia voz, un estilo que perdurò en el tiempo.
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