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estabolsanoesunjuguete

la salvaje esperanza

Eramos dioses y nos volvieron esclavos.
Eramos hijos del Sol y nos consolaron con medallas de lata.
Eramos poetas y nos pusieron a recitar canciones pordioseras.
Eramos felices y nos civilizaron.
Quien refrescará la memoria de la tribu.
Quien revivirá nuestros dioses.
Que la salvaje esperanza sea siempre tuya,
querida alma inamansable.
GONZALO ARANGO.

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