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estabolsanoesunjuguete

Del por qué ya no voy a cine

¿Qué decir del cine sino que, al filo de su evolución y su progreso técnico, desde el filme mudo al hablado, del color a la alta tecnología de los efectos especiales, la ilusión, en su sentido fuerte, se ha puesto en retirada? Es por medio de esta tecnología, de esta eficiencia cinematográfica, como la ilusión se retira. El cine actual desconoce la ilusión y la alusión: se encadena bajo un modelo hipertécnico, hipereficaz, hipervisible. Nada de blanco, nada de vacío, nada de elipse, nada de silencio, nada más que la televisión, con la que se confunde cada vez más, perdiendo la especificidad de sus imágenes; nos dirigimos hacia la alta definición, es decir a la perfección inútil de la imagen, que de golpe ya no es una imagen a fuerza de producirse en tiempo real. Cuanto más nos acercamos a la perfección de la imagen, más se pierde su poder de ilusión.

Jean Baudrillard.

No me canso de citar este parrafo de Baudrillard; el cine, por lo menos el que se exhibe en Cartagena, cada día es más entretenimiento, pero sobre todo un entretenimiento elitista, con unos precios supercaros y una escasa oferta: todas las salas proyectan las mismas películas, la única diferencia es el precio.

Ante tanto blockbuster,me queda una sola salida: el video pirata, donde todavía, cada vez menos, se pueden encontrar otras propuestas, a veces con mejor intencion que con buena imagen...

Si bien es cierto que el cine actual no se puede definir sin los efectos especiales, es triste cuando una película se centra más en estos que en la historia, como las continuaciones de Matrix, por ejemplo; ahí tienen al Señor de los Anillos -que ,aunque se la critique por melosa y happy end, no deja de ser una gran película- y más  recientemente, The Watchmen,  que contiene una psoible segunda lectura política que da para mucho debate...

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