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Batman begins

Batman begins A diferencia del hèroe tràgico, quien asumìa su sino en virtud de una voluntad divina, superandose a sì mismo gracias a su mortalidad, el superhèroe debe esconder esa condiciòn de mortal para erigirse como tal: el superhèroe es casi inmortal, invulnerable a lo que es fatal para el comùn de las personas, polìticamente correcto frente a los avatares de muchos hèroes que desafiaban a los dioses o a la muerte misma, ajenos al devenir del tiempo ya que su lucha es eterna mientras que la del hèroe podìa tener un fin, su ascensiòn como dios o su remisiòn, finalmente, a la muerte ante la cual se rebelò.
Por lo tanto pareciera que el superhèroe no precisara de latitudes humanas: sus mismos superpoderes, sus medios ilimitados, lo colocan por encima - aislàndolo- de los demàs.
Sin embargo, el intento por dotar a los superhèroes de un sustrato màs humano cobra vigencia.
Batman Begins intenta mostrarnos, con irregular fortuna, ademàs del nacimiento del superhèroe, su gestaciòn; la metamorfosis del hombre, espoleado por sensaciones como el temor a lo desconocido, dolor frente a la ausencia y la muerte, la culpa, a superhèroe que emplea estoas mismas debilidades en contra de los otros -los malos- para reestablecer el equilibrio.
Una de las dimensiones que màs nos define como seres humanos es al tiempo: somos conscientes de èl, nos duele su paso, el transcurso del tiempo nos obliga a cambiar de rituales y de piel, a asumir cada vez nuevos roles, nuevas màscaras. Es asì como dotar al superhèroe de un pasado le otorga humanidad, cohesiòn entre el ser mortal que subsiste tràs la màscara y el invulnerable que porfìa desde afuera para no dejar que el mundo penetre en èl.
Los oscuros comienzos de Bruno Diaz en su ascenso -o descenso, teniendo en cuenta que batman es un superhèroe que busca redenciòn por la culpa, en contraposicipon con Superman, por ejemplo, que no necesita justificaciones ya que es invulnerable por su propia naturaleza-, hasta asumir la identidad del Hombre Murcièlago, en esta ocasiòn se encuntra desprovisto de la iconografìa a la que nos acostumbraron las versiones anteriores, se echa de menos la arquitectura abigarrada de Ciudad Gòtica, la estilizada figura del batimòvil, las femme-fatales, las rubias despampanantes alas que no se podìa permitir el acceso al interior- Kim Basinger penetrando en la baticueva o Nicole Kidman tratando de hacer ,o mismo en la psique de Bruno Dìaz-,en este caso reemplazadas por la chica añorada a la que hay que proteger a toda costa, los villanos de faces retorcidas...
Christian Bale estuvo bien para la impasibilidad necesaria en el personaje de American Psycho, pero en Batman begins la màscara lo supera asumiendo la expresiòn total del personaje- en la segunda pelìcula de la tetralogìa anterior, Bruno se despoja de la màscara para buscar a Selina entre los despojos de la batalla final y deja de ser Batman para ser simplemente èl-.
Creo que en cuanto a interpretes la sorpresa la diò Michael Cane como Alfred, ostentando una estupenda ironìa en su actitud.

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