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Traductores de poesìa en Colombia

 Sólo dos cosas
A través de mil formas transido
-nosotros, tú, yo- sólo sé
que en todas hemos sentido
la eterna cuestión: -¿Para qué?

Pregunta pueril que no oíste,
pues sólo tsrde supiste
que dado te fue padecer
-o razón, o locura, o mito- tu estigma fatal: el deber.

Del árbol, la nieve y el mar
nacer y morir es el sino;
dos cosas habrán de quedar:
la nada y mi propio destino.
Gottfried Benn
Traducción Otto de Greiff.

Es al atardecer
Es al atardecer cuando uno se aleja,
a la caída del sol.

Es entonces cuando se abandona todo.

El pensamiento recoge su tolda de tela de araña
y  el corazón olvida el por qué de su angustia.
El caminante del desierto abandona su campamento,
que pronto desaparecerá bajo la arena,
y continúa su viaje en la quietud de la noche,
guiado por enigmáticas estrellas
Par Lagerkvist.
Traducción Axel Von Greiff

La angustia
Naturaleza, nada tuyo me conmueve, ni los campos
nutricios, ni el eco encarnado de las pastorales
sicilianas, ni las pompas aurorales
ni la solemnidad doliente de cualquier ocaso.

Me río del Arte, me río del Hombre también, de cantos,
de versos, de templos griegos y de torres retorcidas
que se perfilan sobre el cielo vacío de las catedrales,
y veo con un mismo ojo a los buenos y a los malos.

No creo en Dios, abjuro y reniego d todo
pensamiento, y en cuanto a esa vieja ironía,
el Amor, mejor preferiría que no la mencionaran más.

Cansado de vivir, temerosos de morir, semejante
a un bajel perdido, juguete del flujo y del reflujo,
mi alama para espantosos naufragios se apareja.


Paul Verlaine.
Traducción Andrés Hoyos.

Cambio de ser
Nada se parece  más a un hombre que otro hombre,
cuando está tan lejos que no sabemos quién es.

Nadie ama más a un hombre que otro hombre,
siempre y cuando esté tan lejos que no pueda verlo.

Nadie desea ayudar más a un hombre que otro hombre,
cuando lo sabe tan lejano que nada puede hacer por él.

Nunca se manifiesta más la solidaridad de un hombre por otro hombre,
que cuando ya la corriente lo ha arrastrado y se pierde de vista.


Porque ese hombre que no vemos y está librado a su destino,
es nuestro hermano a condición de que nos deje tranquilos.


Desolación.
La tristeza de la calle
procede de los que vienen y que van.
De aquellos que no quieren llegar a donde van,
y andando van.
De los que no tienen a donde ir
y van andando.
De los que no tienen hacia donde regresar
y viene de regreso.
Y de los que regresan sin traer
lo que fueron a buscar.

Geraldino Brasil
Traducción de Jaime Jaramillo Escobar.

 

 


El camino del infeliz
La vida se me va... Quién sabe a dónde
con la luz parte... sigilosamente
de mí se aleja sin decir adónde.

Lo mismo que un amigo
que me abandona sin decir palabra,
que me abandona en soledad conmigo.

Si le pregunto :¿A dónde vas, a dónde?
se sonríe, no más, plácidamente,
sin dejar de partir quién sabe a dónde.

Le grito con angustia:
Mírame aquí, viviente, vivo. ¿A dónde
quieres que te siga? -Y con risa mustia
-Tú no eres yo- doliente me responde.


Pär Lagerkvist
Traducción Carlos López Narváez.

 


Ambos se amaban
Ambos se amaban, y callaban ambos.
Él no lo confesó, ni ella tampoco.
Se miraban los dos como enemigos,
y era su amor arrebatado y loco.
Al fin se separaron; sólo en sueños
se volvieron a ver; vagan inciertos
por el mundo: Creen vivir, y llevan
en cuerpos vivos corazones muertos.


Heinrich Heine
Traducción Santiago Pérez Triana.

Traductores de poesía en Colombia. Antología. Casa de poesía Silva, Bogotá, 1999.

 

 

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