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estabolsanoesunjuguete

Roberto Juarroz

16.
Es más díficil despertar del sueño de los ojos abiertos
que del sueño de los ojos cerrados,
despertar sin volver a cerrar los ojos
ante la amenaza o la nítidez excesiva del paisaje,
despertar sin volver a caer en otro sueño.

El mal está en los ojos, no en las cosas.
El hombre es una fúnebre mirada
que cae de sueño en sueño
porque no sabe cuando debe
cerrar o abrir los ojos.
Por eso, equivocadamente,
los abre cuando nace
y los cierra cuando muere.

17
La soledad me llama con todos los nombres,
menos con el mío.

La soledad me llama también a veces con tu nombre.

Pero hay otras veces
en que la soledad me llama con su propio nombre.

Quizás algún día
pueda yo llamar a la soledad con mi nombre.
Y entonces, seguramente,
habrá de responderme.

Roberto Juarroz

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